"Pansy" se hallaba acostada boca arriba, jadeando como si hubiera estado corriendo. Acababa de despertarse de un sueño muy vívido y tenía las manos sobre la cara. Se incorporó en la cama con una mano aún en la frente. Al enfocar mejor los ojos, el dormitorio se convirtió en un lugar un poco más nítido, iluminado por una leve y brumosa luz amarillenta que se filtraba por las cortinas de la ventana con vista a los jardines. Acompaso su respiración y se levantó de la cama; cruzó el dormitorio, abrió el armario y se miró en el espejo de cuerpo completo que estaba cerca. Una bella muchacha de catorce años le devolvió la mirada con una expresión de desconcierto en los brillantes ojos verdes, que relucían bajo el enmarañado pelo negro. Examinó más de cerca su imagen en el reflejo. Parecía normal, pero solo ella conocía la verdad. Solo ella sabía que desde hacía un par de semanas Pansy se había ido y en su lugar era Penélope quien vivía. La chica intentó recordar lo que soñaba antes de despertarse. Había sido tan real... Había sido otro de los recuerdos de su vida original, otro de aquellos recuerdos que solían atormentarla. Se concentró todo lo que pudo, frunciendo el entrecejo, tratando de recordar... Vislumbró la oscura imagen de una estancia en penumbra. Había una mujer recargada en el umbral de la puerta... un hombre pequeño llamado Caleb... ese había sido el primer novio de su madre luego de que su padre las dejara. Sólo con pensarlo, Penélope sintió como si un cubito de hielo se le hubiera deslizado por la garganta hasta el estómago.
La pelinegra se miró nuevamente al espejo, sus ojos verdes brillaron momentáneamente. Camino directo a su guardarropa y eligió un vestido blanco suelto. Pansy tenía en su mayoría solo vestidos, se cambió y cepillo el cabello. Llevaba ya tiempo viviendo aquella vida, no le había sido muy difícil, después de todo Pansy no tenía unos padres atentos a ella, tampoco tenía amigos reales, en realidad la vida de la chica parecía girar en torno a un rubio idiota.
Cuando estuvo arreglada, salió de su habitación y bajo las escaleras hacia el recibidor. En la última semana el señor Parkinson, su padre, mencionaba a cada oportunidad el torneo de los tres magos que se realizaría aquel año en Hogwarts. No era algo que a ella le hiciera ilusión, en realidad le pasaba lo contrario. Si el conocimiento que obtuvo de haber leído los libros de Harry Potter durante su adolescencia, se los había prestado una amiga durante la secundaria, lo más probable seria que ocurrieran muchos malos sucesos durante dicho evento, que culminarían con el regreso de Voldemort. Voldemort, ese era otro tema que la tenía bastante preocupada, sabía que debía elegir un bando, no hacer nada era una opción que quedaba descartada. El problema recaía en que, si elegía estar con los mortifagos, tendría que seguir las ordenes de un maldito sociópata, en cambio, si elegía estar del lado de la orden del fénix, estaría traicionando a sus "padres" y "amigos".
-¿Estas lista? -le preguntó su padre desinteresado. La chica solo asintió en respuesta.
-Perfecto, Hipny te llevara-dijo el hombre haciendo referencia a su elfina doméstica.
El viaje resultó muy rápido, era mejor que tener que cargar su propio baúl. Hipny encontró un compartimiento vacío para ella en uno de los vagones centrales, donde puso sus cosas y luego se marchó. La pelinegra por otro lado se sentó y comenzó a leer uno de sus libros, había aprovechado el tiempo desde que tomo el cuerpo de Parkinson para estudiar, ahora se sentía bastante competente para ir a Hogwarts y acreditar todas sus materias.
-... Mi padre pensó en enviarme a Durmstrang antes que a Hogwarts. Conoce al director. Bueno, ya saben lo que piensa de Dumbledore: a ése le gustan demasiado los sangre sucia... En cambio, en el Instituto Durmstrang no admiten a ese tipo de chusma. Pero a mi madre no le gustaba la idea de que yo fuera al colegio tan lejos. Mi padre dice que en Durmstrang tienen una actitud mucho más sensata que en Hogwarts con respecto a las Artes Oscuras. Los alumnos de Durmstrang las aprenden de verdad: no tienen únicamente esa porquería de defensa contra ellas que tenemos nosotros...
La voz de Draco Malfoy se coló en el compartimiento, Penélope rodó los ojos, aquel chico la exasperaba. Los recuerdos de Pansy le habían dejado claro que era un pequeño patán.
-Parkinson -dijo Draco, irritado, al tiempo que interrumpía su propia anécdota de Durmstrang para saludar a la pelinegra de mala gana-. ¿qué tal tus vacaciones?
-¿Para qué preguntas si en realidad no te interesa? -preguntó ella sin levantar su mirada del libro que leía. Su pregunta tomo a Draco con la guardia baja, él esperaba que la chica se lanzara a sus brazos y le contara lo mucho que lo había extrañado en las vacaciones. Para Draco Malfoy Pansy era una persona de lo más irritante, solo hablaba con ella por ser sangre pura y tener influencia en la sociedad, si no fuera por eso el rubio no le dirigiría la palabra. Pero la Pansy sentada frente a él parecía diferente de a la que estaba acostumbrado a ver.
-Al parecer Pansy está de malas -dijo Blaise Zabini con burla, entrando al compartimiento luego de empujar a Crabbe y Goyle que estorbaban en la entrada, junto a él entró Theodore Nott-, ¿Qué te puso de mal humor?
-Tú -comentó Pansy seria aun sin despegar la mirada del libro.
-Me lastimas, linda - dijo dramáticamente el moreno mientras tomaba asiento a su lado.
-Oh que pena -dijo Pansy con falso arrepentimiento. Dicho acto solo aumento la risa del Zabini.
-Eh... como sea -hablo un extrañado Draco. -¿Qué tal su verano?
La lluvia se hacía aún más y más intensa conforme el tren avanzaba hacia el norte. El cielo estaba tan oscuro y las ventanillas tan empañadas que hacia el mediodía ya habían encendido las luces. El carrito de la comida llegó traqueteando por el pasillo, y Pansy compró un par de pasteles en forma de caldero y algunas varitas de regaliz. Mientras Blaise, Draco, Crabbe y Goyle revivían el partido de la Copa. Theodore y Pansy, hartos de la inacabable charla sobre quidditch, se pusieron a leer.
-Bueno, ¿ustedes no piensan entrar? -pregunto Pansy a Crabbe y Goyle, levantando las cejas. Ambos se habían quedado parados como si custodiaran la puerta y eso ya la tenía harta -Les juro que no robaran la puerta. - termino diciendo con un deje de burla. El comentario saco una pequeña risita de Theodore y una carcajada de Blaise.
-Creo que nunca había notado lo agradable que eras-comentó Blaise riendo escandalosamente bajo la mala mirada de Draco.
-¡Crabbe! ¡Goyle! -llamo Draco, poniéndose de pie-. Vamos a dar una vuelta por el tren.
-¿Ya vas a visitar a tu novio Potter? -pregunto tranquilamente Pansy. -Deberías declarártele ya, con suerte Potter estará igual de obsesionado contigo como tú con él.
-¡Vamos! ¡No digas tonterías! -exclamó Draco, furioso. La chica sonrió, molestarlo era divertido y el chico se salía de sus cabales fácilmente.
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Slytherin Princess
FanfictionPenélope, bueno, su nombre no da el mejor de los inicios ¿cierto? Empecemos de nuevo. ¿Alguna vez has querido simplemente despertar en el cuerpo de un personaje ficticio? pues Penélope no. Probablemente eso era lo más alejado a lo que realmente quer...