Nuevo día, mismas clases, mismo horario, mismas caras...
La divertida vida de un joven estudiante según personas mayores.
Su "divertido" día consistía en levantarse a las seis de la mañana, bañarse, hacer la tarea, comer y dirigirse lo más pronto posible a la estación del autobús, tenía que tomar tres en total para ir a la escuela lo que le tomaba un tiempo de dos horas y apenas alcanzaba a llegar 8:00 am en punto para entrar a su primera clase. La hora de salida en la escuela era a las 8:00 pm, tomaba dos autobuses de regreso en un total de una hora y el resto del camino debía ser a pie, otras dos horas caminando hasta su departamento, llegar y dormir literalmente.
Yupi.
Odiaba su vida a más no poder, no lograba comprender cómo era que otros estudiantes si tenían tiempo para ir a fiestas y aun asi pasar con una calificación total de 8 o 9.
Al menos Xie Lian y Feng Xin se la pasaban bien.
El pan de dios Xie Lian había conseguido novio recientemente y se las había arreglado con su horario para pasar tiempo con su nueva relación.
Feng Xin no era diferente, era a quien todas las chicas de la escuela ligaban, era obvio que tarde o temprano caería en los encantos de una, aun no comprendía del todo el porque le era tan doloroso verlo sonreírle a ella.
Sus dos únicos amigos ahora estaban demasiado ocupados con sus respectivas parejas como para prestarle atención a él, tampoco le gustaba ser un mal tercio por lo que simplemente se alejo para que ambos continuaran con sus vidas.
Mientras tanto el ya estaba considerando a la muerte como su salvadora.
Ahora mismo se encontraba sentado en su silla escuchando la aburrida clase de lógica; comprender esa clase en específico implicaba decirle adiós al sentido común y decir que el sol era azul era algo verdadero.
Por más que se esforzara no lograba conseguir buenas calificaciones y medio mundo lo tachaba como un vago y que por eso le iba mal.
La única razón por la que aún no se había suicidado era su madre.
Desde hace años ella estaba muy enferma, la quería mucho, era lo único que tenía y era lo único por lo que trataba de conseguir calificaciones impecables, asi le darian un trabajo y podría pagar todos esos caros medicamentos.
La clase termino para su fortuna y dio inicio el corto receso de 20 minutos.
—¡Mu Qing!—Quien le había hablado era nada menos que Xie Lian.
Aquel chico castaño se acercó a él con toda la intención de iniciar una conversación.
—¿Como te ha ido?¿Las calificaciones crees que suban?
—No lo se, solo eso espero o de lo contrario tendré que dejar la escuela y buscar un trabajo...
—Puedo ayudarte a estudiar si quieres.
—No, veré la forma de repasar los temas.
—Se que no tienes tiempo para hacer eso...
—¿Qué más puedo hacer?Si no consigo resultados pronto me buscaré otra forma de ayudar a mi madre.
El timbre para regresar a clases los interrumpió.
Cada día que pasaba le hacía creer que el tiempo libre duraba cada vez menos.
—Nos vemos luego.—Xie Lian se despidió apresuradamente antes de volver a su salon.
El también se apresuró a llegar a su clase, fue justo a tiempo antes de que entrara la maestra de matemáticas.
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Así nos quiso el destino
De Todo-Todo fue porque te deje solo, te abandone cuando más lo necesitabas...pero ya no te volveré a dejar Mu Qing. Dijo Feng Xin mientras lo cubría con su propio cuerpo, tomo su arma y se preparo para disparar a quemarropa, no importaba si moría en aquel...