Capítulo 20

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Habían pasado varias horas desde que Feng Xin salió de la estación supuestamente para buscar el apoyo de la Lluvia carmesí sin embargo, no se reporto en ningún momento, lo que hizo que todos en la estación entraran en alerta.
Enviaron a alguien con la Lluvia carmesí para preguntar sobre el paradero del oficial Nan Yang pero tampoco hubo obtuvieron respuesta, y en palabras del mismo Hua Cheng, Feng Xin nunca llegó.

Todos en la estación se organizaron para buscarlo durante sus patrullas y solicitaron a Lin Wen que les informara tan pronto hubiera noticias.

La razón por la que Feng Xin era tan importante se debía nada menos que a la enorme cantidad de información que poseía respecto a las múltiples mafias y mercancía del mercado negro, información que era capaz de poner de cabeza ese mundo ilegal y corrupto; sin contar que Feng Xin era realmente habilidoso en el combate y tenía una puntería maravillosa. Al cuartel principal de la estación tampoco le convenía perder a semejante talento, capaz de acabar por su cuenta con un escuadrón enemigo sin recibir lesiones graves.

La desaparición repentina de un oficial tan tenaz hizo que muchos otros entraran en pánico, especialmente porque sabían que la estación en la que trabajaban estaba involucrada directamente con el arresto de la Estrella caída.

La estación era un caos, con gente corriendo por todos lados haciendo lo posible por hacer su trabajo y otros en pánico, demasiado asustados como para salir a patrullar.

Los altavoces resonaron en la sala principal una y otra vez, solicitando oficiales para atender asuntos delictivos en todos los rincones de la ciudad.

Hace seis horas la estación estaba casi vacía, Lang QianQiu, Quan Yizhen y Pei Ming se habían quedado toda la noche esperando el apoyo del diablo que nunca llegó, los otros policías notaron que algo andaba mal y preguntaron sobre la situación.

No fue hasta que Lin Wen llegó cuando informó que había perdido comunicaciones con el oficial Nan Yang y que la camioneta que llevaba consigo había sido seriamente dañada, información que se obtuvo por medio de sensores y rastreadores de prueba que habían sido instalados en los vehículos.

La noticia se extendió rápidamente.

-¡El oficial Nan Yang ha desaparecido!

Si la estación tuviera un periódico sin duda aquel suceso estaría en primera plana...si la estación tuviera un periódico estaría lleno de estupideces y Pei Ming lo sabía mejor que nadie.

Estaba aburrido, Lin Wen llevaba horas buscando y tratando de restablecer comunicaciones con Feng Xin pero no pasaba nada. Algunos ya lo daban por muerto e incluso habían comenzado a difundir rumores sombre su presunta muerte.

En fin..., caos caos y más caos.

Daban las dos de tarde y ya estaba arto de estar sentado, se levantó ignorando las protestas de Lang QianQiu quien despertó tras caer al piso luego de que su soporte se levantara.

Pei Ming camino hasta el estacionamiento y busco su camioneta, quizás tendría más suerte si buscaba por su cuenta.
No debería sentirse culpable por lo que había sufrido Mu Qing puesto que no había hecho nada que lo involucrara con todo eso...,quizás era esa la razón de su molestia ya que en el fondo, hace muchos años el también había sido cercano a Mu Qing aunque no contaba conque este se enamoraría..., cosa que no fue de su agrado y terminó por cortar lazos con el chico quien poco después desaparecería sin dejar rastro.
La sensación de culpa lo atormento durante años, pensando que quizás si no hubiera cortado lazos podría haber evitado su secuestró, después de todo en aquellos tiempos tomaban el mismo camino para ir a sus respectivas casas.

Pero ya nada de eso importaba, lo que pasó, pasó y ya, no había nada que hacer respecto al pasado y no tenía sentido seguirse lamentando por ello. Lo mejor era darlo todo en el presente y se preocuparía por el futuro después.

Así nos quiso el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora