Así nos quiso el destino

Capítulo 6

Hace 8 años...

Mu Qing se despertó en una habitación lujosa y amplia adornada con detalles de mármol y oro bien elaborados.

Estaba seguro de haber quedado inconsciente a media calle y aún más seguro de que no conocía a nadie que tuviera esa clase de gustos tan extravagantes.

Tampoco era capaz de creer que un multimillonario tuviera la bondad de recogerlo de la calle y dejarlo en una lujosa habitación.

Se encontraba sobre un colchón suave y amplio repleto de esponjosas cobijas de tonos con un buen gusto, el traía puesta una pijama blanca y ligera...; en general todo a su alrededor tenía buen gusto.

Mientras observaba todo a su alrededor se levantó y comenzó a caminar por la enorme habitación hasta detenerse frente a un par de cortinas de tonos suaves que Mu Qing esperaba que ocultaran una ventana.

Realmente lo que había detrás era un balcón.

Justo en ese momento escuchó el quedo rechinido de una puerta y se giró rápidamente para ver de quien se trataba.

En la entrada de la habitación se encontraba un hombre parado, era alto y bastante guapo, vestía ropas azuladas muy elegantes y venía acompañado de lo que parecía eran guardaespaldas.

Aquel hombre habló.

—Buenos días jovencito, espero la hayas pasado bien durante la noche.—su voz era atractiva al oído pero tenía un tono algo engreído.

—¿Quién es usted?—por muy atractivo y rico que fuera ese tipo, Mu Qing no se confiaba de que pudiera tener malas intenciones.

Aquel hombre soltó una risilla antes de responder.

—Tu nombre es Mu Qing ¿no es así? escucha, mientras te mantengas dócil y cooperes conmigo todo estará bien.

—¿Cómo sabe mi nombre?¿Quién es usted?¿En dónde estoy?¿A que se refiere con cooperar?—Mu Qing comenzó a entrar en pánico. Se encontraba en quien sabe donde atrapado con hombre desconocido que conocía su nombre, la situación no pintaba nada bien.

—Haces demasiadas preguntas ¿no?

—¿Que quiere de mí? ¡Déjeme ir!

—Eres algo demasiado bonito como para dejarte ir.—dijo el hombre con una expresión y tono sombrío.

Mu Qing se quedó en shock.

—Escucha niño, no quiero hacerte daño, asi que sera mejor que no me causes problemas..., ahora cambiate, te espero en el piso de abajo y tienes diez minutos.—el hombre señaló hacia el armario antes de marcharse y dejar solo a Mu Qing.

Asustado corrió hacia el balcón tan pronto se fue el hombre, trato de abrir la puerta hacia el balcón pero estaba cerrada.

Pensó en romper el cristal de la puerta pero se percató de que ni siquiera sabía dónde estaba y quizás habría guardias vigilándolo, lo ultimo siendo más probable debido a lo dicho por el hombre: "Eres algo demasiado bonito como para dejarte ir." Aquella frase fue alarmante.

Sin opciones se decidió por no correr el riesgo de salir lastimado y corrió al armario a buscar algo que ponerse.

Se puso un pantalón negro y una camisa azul, trataría de verse lo más elegante posible para no enfadar a aquel hombre.

Salió de la habitación y se topó con un pasillo largo lleno de puertas a otras habitaciones y bonitos candelabros colgando del techo, camino entre los enormes pasillos y habitaciones ; se paseo por el lugar en busca de alguna salida hasta que fue sorprendido por un guardaespaldas.