DESTINADOS [ls/omegaverse]

quince

Louis: 20
Harry: 19

Cuarta semana de octubre

—Louis. No has dicho ni una sola palabra desde que llegaste— puso su pluma entre dos hojas en blanco y cerró su libreta.

—Dije "hola".— Contestó sin separar su mirada de la pared blanca adornada de pinturas, certificados y fotos que se encontraba detrás de la alfa.

—Louis- — empezó a hablar.

—¿Sabes, Celia? Creo que la única razón por la que estoy haciendo esto es porque lo necesito para mi carrera— Confesó mientras desviaba su mirada de la pared y la dirigía a los ojos cafés de la alfa.

Celia frunció el ceño y ladeó la cabeza —¿Haciendo que?— preguntó.

—Hablar contigo. Venir aquí. Realmente no quiero hacerlo. No me mal entiendas, no digo que no lo necesite, pienso que todo el mundo lo necesita. Solo- no quiero.

Celia asintió —¿Y te has puesto has pensar en el por qué?— abrió su libreta.

Louis estaba en su terapia semanal. Llevaba un año con su psicóloga, Celia. Una alfa castaña, de tez morena, pelo rizado y ojos cafés. Naturalmente las cosas son tranquilas durante las sesiones. Louis habla de sus clases, de su semana, de sus planes, de sus amigos. Para ser honestos, Louis habla de cualquier otra cosa que no sea su familia. Y eso es algo que el alfa sabe que Celia ha notado.

—Si. Pero creo que tú también sabes el por qué.— El alfa contestó y sonrió con tristeza mientras ladeaba la cabeza.

—Eres un chico muy inteligente, pero eso ya lo sabías, ¿no?— respondió Celia y Louis bufó. —¿Quieres hablarlo?

—Si te digo todo lo que creo que debería de decirte, solo me va a hacer sentir mal. Y probablemente llore y no quiero que me veas llorar.— agachó la cabeza y miró a sus manos mientras jugaban entre ellas.

Estuvieron en silencio al rededor de un minuto hasta que Celia volvió a hablar.

—No te hará daño llorar. Y no tienes por qué tener vergüenza de hacerlo frente a mi. Este es un lugar seguro.— dijo y después formó una pequeña sonrisa.

—No es vergüenza. Solo no quiero ser percibido como vulnerable. Es un problema muy recurrente en mi vida, para ser justos— expresó con un poco de diversión en su voz.

—¿Vulnerable?

—Nunca he visto a mi papá llorar.— regresó su vista a la alfa.

Celia trató de ocultar su sorpresa. Era la primera vez en todo un año que Louis decía algo de su papá que no fuera su nombre o su trabajo.

—Aunque creo que si he visto a mis hermanas llorar. Muy pocas veces, realmente.— bufó y guardó silencio por unos momentos.—Ayer cené con ellos.

—¿Oh? ¿Con tus hermanas?

—Oh, no. Ellas no viven en casa.— sorbió su nariz —Cené con mi mamá, mi hermana, mi papá y con- bueno, él no es importante. Pero, cené con mi familia. Y sé que tal vez no lo sepas pero eso nunca es bueno.

—¿Que pasó?

-La noche anterior-

Harry escuchó un grito que sonó más como un reclamo.

—Arrête!— Era Louis.

—Louis, papa est- — Ashlyn comenzó a hablar.

—Non! "papa" rien! Solo detente, ¿quieres?