DESTINADOS [ls/omegaverse]

treinta y dos

Louis: 20
Harry: 19

noviembre

Pasaron varios días bastante productivos.

Gigi y Niall fueron a casa de Harry, pues su padre todavía no regresaba de su viaje.

Harry fue a casa de Louis a trabajar en dos ocasiones diferentes, no hablaron de lo que había pasado hace algunas noches, pero el ambiente entre ellos era diferente. Más ligero. Trabajaron bien, hablaron mucho y rieron juntos.

Hablaron de cosas como libros, musicales, películas, la cita con el doctor y la desvinculación. Temas variados.

Louis le contó a Harry que había conseguido hablar con William. El alfa y su padre se habían abrazado y habían dicho que pasarían más tiempo juntos. Comerían juntos, verían películas, y harían todo lo posible para evitar la desvinculación. Claro, el alfa rubio seguía llegando tarde del trabajo y nunca saludaba a su hijo al llegar a casa, pero a pesar de eso, Louis tenía un buen presentimiento.

Harry se alegró por él.

También habían visto al doctor para hacerse unos estudios el día anterior, y afortunadamente todo salió bien.

El omega estaba mejorando notablemente. Pronto estaría sano.

Y con respecto a la desvinculación, el médico les había informado que aún era muy temprano para saber con exactitud si se llevaría a cabo o no.

Justo ahora, era media mañana y Harry se encontraba rodeado de un grupo de personas.

—Hola, Harry.— saludó un omega llamado Lenin.

Harry era un omega muy amigable. Conocía a muchas personas y muchas personas lo conocían a él, realmente era alguien querido. Era querido entre omegas, sobretodo, pues Harry era uno de los únicos que se defendía sin miedo de los alfas. También tendía a defender a otros omegas que ahora llamaba amigos.

—Hola, Lenin. ¿Pasa algo?— preguntó el rizado con una pequeña sonrisa en su rostro, un poco nervioso por toda la atención repentina que estaba teniendo.

Lenin estaba acompañado de cuatro omegas, todos conocían a Harry y este los conocía a todos. Y todos le agradaban.

—Va a haber una... reunión— sonrió —por las fiestas en diciembre, claro. Y nos gustaría que fueras, hace mucho que no sales con nosotros de fiesta, Harry.

—Pensé que habías dicho que era un reunión— dijo con diversión.

Los cuatro omegas rieron un poco —Bueno, va a haber alcohol y música. Entonces supongo que podríamos llamarlo una fiesta. Pero, no vamos a llamar a la reunión así, porque, bueno, la fiesta de navidad del año pasado se salió un poco de control.— habló Lenin, un poco apenado.

—Sí lo recuerdo, Lenin. Yo te acompañé al hospital.— habló el omega de ojos verdes, aguantando un poco la risa. —¿Y cuando es esta... reunión?

—Como sabes, normalmente hacemos dos fies- reuniones. Una de navidad y otra en año nuevo, pero este año decidimos juntar el desastre en solo una noche. Así que estamos pensando en hacerla el 30 o 31 de diciembre.— contestó una de las omegas, llamada Daisy.

—De acuerdo, cuenten conmigo. Solo avísenme con tiempo cuando elijan la fecha.— aceptó Harry, un tanto emocionado.

—Genial. Invita a quien quieras, Harry. Nos vemos.— dijo Lenin alejándose —¡A todos tus amigos!— gritó sin ver por dónde caminaba.

Lenin estaba a punto de voltearse hacia su camino cuando chocó, un tanto agresivamente, con un alfa.

Harry se preocupó un poco, pero al instante se relajó, pues se dio cuenta que se trataba del alfa de Lenin.