veinte

846 77 50
                                    

Louis: 20
Harry: 19

La oficina del doctor no era tan grande. Tenía detalles morados y las ventanas eran inmensas. Pero al momento de entrar, lo primero que Louis notó fue el neutralizador de aromas. Lo cual fue un alivio para él y para Max, ya que en esos momentos, no estaban aguantando los aromas de la demás gente.

Se adentró aún más a la oficina, haciéndose notar por el doctor.

Un hombre alto, blanco, con ojos cafés, con lentes y con cabello casi gris. Louis le calculó más de cincuenta y cinco años.

—Muchacho, pasa, pasa. No tengas miedo. Toma asiento— dijo señalando la silla que se encontraba frente a su escritorio.

Louis caminó hacia el asiento, acomodándose sus lentes. Se había tenido que quitar los lentes de contacto después de unas horas en el hospital.

—Así que, cuéntame.— pidió el doctor, viendo como el ojiazul se sentaba.

—¿Contarle?— preguntó el alfa, confundido —¿No tiene mi expediente?

El doctor rio un poco —Bueno, sí. Pero quiero escucharlo de ti. Primero, necesito que me ayudes a llenar tu ficha, ¿de acuerdo?

Louis asintió. Sabía que el doctor tenía todo lo necesario para esa ficha en su expediente, pero también sabía que la examinación ya había comenzado. Y esto era parte de ella.

—¿Nombre completo?— demandó el médico.

—Louis William Tomlinson.

—¿Fecha de nacimiento?— preguntó mientras escribía en una hoja.

Louis respondió la pregunta, sin entender del todo para qué servía toda esta plática.

—¿Edad?

"¿En serio?" Pensó el alfa. "¿No puede hacer matemáticas simples?"

—Veinte años.

—¿Lugar de nacimiento?

—Lyon, Francia.

—¿Tienes nacionalidad inglesa?

—Sí. Por mi padre.— pasó una mano por su cabello. El médico asintió.

—¿Género?

—Alfa.

El doctor lo volteó a ver, esperando el resto de su respuesta.

Louis suspiró —Alfa Puro.— respondió, con la cabeza en alto.

A esto, el médico respondió inclinando ligeramente su cabeza.

Ahí el ojiazul se dió cuenta de que el doctor también era un alfa.
Ya que ese gesto lo tienden a hacer los alfas comunes al reconocer la presencia de un alfa pura sangre.

Es respeto y tradición, simplemente.

Los padres de Louis lo habían dejado de hacer hace tres años, ya que Louis así lo había pedido.

—Puede- — se aclaró la garganta —Puede levantarse.— y esa respuesta es lo que los alfas pura sangre tienen que responder una vez que su presencia haya sido reconocida.

—Ahora, me comentaron que tuviste un celo muy malo. Cuéntame de eso—pidió el doctor.

—Bueno, es... eso.— contestó, nervioso. Sin querer dar mucho detalle.

—No me estas dando mucho con que trabajar, Louis.— dejó la pluma de lado.

—Yo- Mi celo se adelantó dos meses y este fue... diferente.— se acomodó, incomodo en su asiento.

DESTINADOS [ls/omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora