veintitrés

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Louis: 20
Harry: 19

Ese era el momento para hablar con él.

Val.

Harry había vivido un momento muy extraño.

Había entrado al baño porque sintió que estaba a punto de vomitar el supresor que había tomado en la mañana, pero no fue así. Se sentó frente al inodoro esperando a que pasara, pero solo bajó su temperatura y aumentó su malestar general.
Mientras estaba sentado en el baño, Louis había entrado y se había quedado con él hasta que se sintió listo para salir de ahí.

Un escalofrío recorrió su espalda cuando pensó en la posibilidad de que Louis supiera sobre el lazo que compartían.

Harry trató de ignorar sus preocupaciones y caminó sin ganas hacia su siguiente clase.

•••

Saliendo de su última clase del día, Harry fue al baño y vomitó el supresor.

Realmente ya estaba acostumbrado, así que sin reacción alguna se enjuagó la boca y metió dos mentas a su boca.

Antes de cerrar la caja, inhaló el olor que las mentas emanaban. Después de aspirar el olor hizo una mueca, pues no era igual al aroma de Louis.

Salió del baño y caminó hacia la salida del edificio. Eran pasadas las cinco de la tarde, y ya había hecho las tareas del día, entonces solo quedaba llegar a su casa y trabajar en el proyecto con Louis.

El aroma de su alfa era de menta, lluvia fresca y un toque de tabaco. Era, genuinamente, el aroma más fuerte y adictivo que Harry había percibido en toda su vida.

Tienes que hablar con él.

Lo sé, pero-

—Harry.— escuchó una voz a sus espaldas.

—No ahora.— pidió el omega.

—Ahora.— repitió la voz.

El omega se volteó para enfrentar al alfa. Era Tony Andrews, el novio agresivo de Kendall. Harry ya había tenido un problema o dos con este alfa, y en ese momento no estaba en ánimos de tener otro.

Esto no era nuevo, pero se sentía muy enfermo. Aún más enfermo que ayer y probablemente menos enfermo que mañana. Este malestar fuerte que sentía era diferente a lo que había estado sintiendo desde hace semanas.

Y lamentablemente para Harry, el malestar avanzaba muy rápido.

—¿Qué necesitas, Tony?— contestó de pésima gana.

—Tú y yo tenemos algo pendiente.— respondió acercándose al omega.

El rizado se alejó —No lo creo.— siguió caminando hacia la salida.

Camina más rápido.

—¿Ese eres tú?— volvió a hablar Tony, mientras seguía a Harry —Ese aroma.

—No veo como eso es de tu incumbencia.— contestó con nervios. Normalmente, Harry tendría la fuerza para defenderse de alfas acosadores, pues lo ha hecho siempre. Pero ahora, Harry apenas y tiene fuerza para abrir una botella de agua.

DESTINADOS [ls/omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora