Princesa de Inglaterra [Sehzade Mehmed]

014

¿ Un Adiós ?

-Te amo -le sonreí triste Mehmed me abrazó.

-Te amo también, no te preocupes todo saldrá bien -besó mi cabello.

-Antes de irme quiero hacer algo contigo -me senté sobre el.

-Lo que quieras -tomó mi mejilla en su mano.

Acerque mi rostro lentamente a él y lo besé apasionadamente el me correspondió y empecé a moverme suavemente sobre Mehmed.

Me separé un momento para tomar aire y mirar fijamente a Mehmed. El me levantó en sus brazos y me acostó sobre la cama delicadamente, para seguir besándome.

Nos despojamos de nuestras ropas así quedando expuestos el uno al otro, Mehmed levantó su mirada viendo cada parte de mi cuerpo. Paso sus manos desde mi pecho hasta mis caderas, replicando mi figura con sus manos.

Esa noche, me entregué al príncipe Mehmed, nadie lo sabía y ahora sería nuestro secreto.

[..]

Mi nombre es Stephanie, Princesa Stephanie de Inglaterra. Y han pasado tres años. Tres, malditos, años! Desde que estoy en Manisa, Tres malditos años desde que no puedo enviar una carta a mi padre sin que sea revisada por Mahidevran. Tres malditos años desde que no veo a la sultana Hurrem o El príncipe Mehmed.

Tres malditos años desde que el príncipe Mustafa trata de tener relaciones conmigo en vano. Tres malditos años desde que Mahidevran me maltrata como si fuera una esclava. Han pasado Tres malditos años.

Pero no se preocupen, Se muy bien que es lo que voy a hacer, el día de mañana el sultán Vendrá a visitar a Mustafa, a pesar de todos los ruegos de Mahidevran y mustafa de ir ellos a visitar a su majestad. Vendrá el, junto a sus príncipes y Hurrem, también Mirihmah.

Oí a Mahidevran, planea encerrarme en alguna habitación y excusarse diciendo que estoy enferma. Eso no le será posible. Es por la noche, media noche exactamente, Peter no está conmigo, lo enviaron de regreso a Inglaterra hace años, casi desde que llegué aquí. Pero, Intercepté un mensaje secreto para el, un mensaje que nadie entendería excepto el y yo. Y no hablo de escribirle en otro idioma, claro que no. Un método efectivo que el y yo diseñamos. Gracias a Dios, el mensaje llegó a él. Y de eso no tengo duda.

Estoy escondida en el establo desde que el sol se puso, me están buscando, puedo escuchar gente corriendo de aquí para allá en todo momento. No puedo moverme, si lo hago me encontrarán y mi plan fallará.

Ahora debo esperar el amanecer, el momento en que el sultán entre al palacio de manisa, saldré de mi escondite, y revelaré todo lo que hasta ahora me estuvieron haciendo aquí. Durante estos tres malditos años.

Mi cara, mis brazos están llenos de moretones. Adivinen quien sirvió de saco de boxeo para la sultana Mahidevran. Era mi castigo por ser insolente, o bien por no querer acostarme con el príncipe Mustafa.

En una noche de tantas el intentó violarme. Logré sacármelo de encima antes de que pasara. Lo que llore esa noche escondida en el almacén, con mi mano en mi boca para que nadie escuchara mis sollozos. Lloré deseando nunca haber venido a Estambul, deseando haber hecho caso a mi padre y no venir a esta tortura.

Mis labios estaban agrietados y reventados, mis ojos tenían ojeras muy marcadas. Ahora tenía 18 años, ¿me volví más madura ? Podría ser, Tuve que aprender a sobrevivir aquí sin mis damas de compañía que también fueron enviadas de regreso a Inglaterra hace años.