Stuck in your mind - Eddie/Billy/Steve y T/N

Capítulo 09: Pacto

Estaba alucinada por cómo Steve estaba entrando por mi ventana sin siquiera haberle dado mi dirección y menos haber llamado a la puerta antes.

-Steve...¿¡QUÉ HACES AQUÍ!?

-Solo vine a hacerte compañía, preciosa.

-¡PERO PODRÍAS HABER LLAMADO ANTES!

-En eso no te equivocas. Eres muy lista, ¿sabes?

-Ajá, sí, pero te tienes que ir antes de que Jim y Joyce suban.

-Pero me he torcido el tobillo subiendo...

-Steve, no me jodas...

-Me da que sí que está jodiendo -dice Will, yendo a por vendas-.

-Lo siento, cielo.

Justo cuando Steve se sienta en mi cama, otro ruido aparece en mi ventana.

-No puede ser...

Eddie pone sus manos en mi repisa y se da paso entre las cortinas.

-Hola T/N-...Ah, Harrington está aquí...

-Sí, Eddie, acaba de entrar de la misma manera que tú, así que tampoco es que lo haya invitado.

-¿Tanto te desagrada mi presencia?

-No es eso, Steve -le digo-, es que me gustaría más si hubieras tocado a la puerta.

-T/N, Steve ya encontré las- Oh... -entra Will-. Bueno, ¿otro amante más?

-¿Cómo? -dijeron Steve y Eddie al unísono-.

-Miren, hay mucho que explicar, pero primero hay que curarte el pie, Steve.

Justo al decir eso, mi timbre suena. Será el cartero o algo así.

Al bajar, Jim abre y me encuentro con la atractiva figura de Billy. No puede ser, de nuevo.
Ahora tengo a tres hombre con los que me he besado hoy en mi casa.

-Billy, ¿qué te trae por aquí? -dice Jim-.

-Vengo a visitar a T/N. Tenemos unas cosas que hablar.

-¿Perdona?

-¡Billy! -interrumpo antes de que el rubio la cague-. Sube, anda.

Jim me lanzó una mirada amenazadora. Si se enfada porque Ce estuviera con un solo chico, imagina cómo se pondrá si me ve con tres en mi habitación. Sin contar a Will, claro.

-Vale, vamos a entrar pero no quiero que digas nada de nada.

-Vale, pero, ¿qué son esos ruidos?

Entramos y los ruidos provienen de Steve gruñendo de dolor.
Todos miraron hacia nosotros.

-No es posible, ¿enserio T/N, tan aburrida estabas que te fuiste con Hargrove? -dice Steve-.

-Harrington, ¿acaso quieres lastimarte el otro pie?

-Igual yo sobro.

-No, Eddie. Quédate. Necesito hablar con todos.

Se acomodan en distintos lugares de mi habitación y todos clavan su mirada en mí.

-Mirad, todos gustáis de mí, que ninguno lo niegue.

-No lo niego -dicen todos, a la vez-.

-Bien. Pues yo, lo que hice fue ir de sitio en sitio y...como cada uno sabe...los besé.

-Cuando quieras repetimos -Billy me guiña el ojo-.

-Espera, ¿también los besaste a ellos? -dice Steve-.

-Me siento estúpido -añade Eddie-.

-Esperen, es que...me gustáis los tres. Y no sé cómo decidirme.

Todos me miraron de una manera poco inocente.

-Se me ocurre una idea de cómo demostrarte cuánto me gustas...-me dice Billy, igual de atrevido que siempre-.

Will interrumpe.

-Sé que me estoy metiendo en vuestros temas, pero tengo una idea.

-Estupendo Will, dinos -le respondo-.

-Pues, ¿por qué no tienes una cita de un día entero con cada uno y, el que más te emocione y mejor lo prepare es el que se queda contigo, al menos por el momento.

-Me parece una idea demasiado buena para ser verdad. Hagámoslo.

-¿Están seguros?

Todos asienten.

-Decidido. Tenéis unos días para prepararlo todo. Hoy es Martes, por lo que la primera será el Viernes. Os doy tiempo.

-Bien, pues el orden será el siguiente: Billy, Steve y Eddie.

Todos acordamos hacerlo y se fueron en el orden del que llegaron. Steve salió por la puerta por su tobillo malo (y Jim me volvió a amenazar con la mirada), Eddie salió por la ventana y sólo quedamos Billy y yo de nuevo.

-Me gustaría quedarme todo el año aquí, de pie, mirándote, pero no me apetece que mi culazo Kardashian se arruine por una patada de tu padre.

Me río y, por una vez, siento que está siendo cariñoso de una manera normal, sin dobles sentidos.