10

1.8K 78 8
                                    

El acento francés combinado con un tono de confusión se cruza en mis oídos, provocando que pare en seco, mientras Pierre igualmente deja de caminar con mis perros agarrados a la correa.

Gasly y yo nos giramos con el ceño fruncido y sin saber como reaccionar, pero cuando el francés ve el rostro de su mejor amigo, una sonrisa se escapa en sus labios y va a saludarle con mis perros atravesados.

—¡Amigo! —saluda emocionado por verlo.

Mi corazón siente un vuelco casi instantáneo y unas náuseas llenan mi boca, dándome una sensación de asco horrible. Me veo obligada a correr directo a la pequeña tienda de autoservicio para comprar rápidamente una botella de agua y unos chicles.

—¿Sería todo? —pregunta la pelirroja detrás de la caja, hablándome inglés.

—Si... por favor. —le entrego un billete de diez euros y ni siquiera espero mi cambio y el recibo pues salgo de la tienda, para tomar una de las gomas de mascar dentro del pequeño paquete y un gran trago de agua que de inmediato abre mi garganta y cualquier náusea desaparece.

—Liz, estás.... Estás bien?? —me pregunta Charles con una mueca de confusión en sus labios cuando me ve regresar a donde estábamos.

—Claro... solo me dio un poco de sed?... caminamos y sentí mi boca un poco seca. —respondo pasando unos mechones de mi cabello atrás de mi oreja.

—¿Cómo estás? —me pregunta e intenta acercarse a saludarme, pero su novia lo impide abrazando su brazo y sonriéndome a lado de él.

¿Qué?

—Bien, gracias. —digo simplemente en respuesta y me cruzo de brazos, yendo junto a pierre.

Creí que serían unas vacaciones tranquilas pero parece que esa palabra en mi vida no van.

—Quieren ir a comer. —pregunta mí prometido.

—Em, si porque no. —digo.

—Si, sería buena idea. —dice Charlotte.
—¿Que dicis Charles?

—Si estaría bien.

—Les pareces vernos acá en veinte minutos .

—Si está bien. —dice charles.

—Vamos amor a cambiarnos. —le dije Pierre para agarrar su mano.

[...]

Ya me había entrado a bañar, porque
habíamos ido a correr con Pierre antes de encontrarnos a Charles y Charlotte.

—¿Estas preparada? —dice pierre a mi espalda.

—Si.

—Bueno vamos.

—Para amor quiero ir al baño tengo náuseas. —disparada para el baño y atrás mío el.

—¿Estás bien?

—Si vamos. —dije a su palabras.

—Okey. —me miro no muy convencido.

—Dale vamos.—lleva puesto un vestido blanco ligero con una zapatilla con el calor que hacía en este país no era muy lindo estar muy abrigados.

Llegamos al restaurante era una terraza muy linda frente al mar.

—Listo acá llegamos. —dije.

—Vamos está la reservación esperando o si no la van a suspender. —dijo Charlotte de mala manera.

—Entremos entonces.

—Perdón por Charlotte. —dice en un susurró.

[...]

ZONA DE CONFORT ━━━charles leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora