ZONA DE CONFORT ━━━charles leclerc

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Acá me encontraba escuchando conversaciones ajenas, no digo que miento también me daba curiosidad de que hablan .

—Ya te lo he dicho que Arthur que no voy a tratar de alejarme de ella. —dice charles al parecer hablando con Arthur.

—No Arthur, que yo tenga buena relación con su hermana no te salvará de que yo tenga que solucionar tus problemas.

—Pero que yo allá sabía que Abi estaba en Bélgica no era mi problema.

—Mira no quiero discutir.

Estaba dispuesta a seguir corriendo pero lo escuché llamarme.

—Liz.

—Charles. —dije en un susurró.

—¿Me estabas siguiendo?

—No Leclerc, estába llendo a la farmacia.

—¿Estas bien?

—Mas o menos, estoy con náuseas hace unas semanas. —al decir eso se quedó como si estuviera rebovinando.

—¿No es lo que pienso no?

—No sé de qué hablas. —sabia muy bien de que habla y como buena argentina me hice la boluda.

—No me tomes el peló Elizabeth.

—Nadie te doy permiso a qué me llame así.

—Yo si lo puedo hacer.

—No, no podes.

—Si puedo.

—¿PORQUE MIERDA SOS ASÍ?

—Soy así porque si, ¿Cómo querés que te llame?

—De ningún estilo.

—Pero no podes hacer la tonta.

—¿Tonta con qué?

—Que eschuchaste muy bien como te dije ayer.

—Sabes que Charles, yo te pude olvidar has lo mismo yo tengo pareja y me voy a casar en noviembre tendrías que hacer lo mismo que yo olvidar. —dije sin pensalo.

—¿Enserio lo decís?

—Porque no lo haría.

—Sabes lo que pasa. —dice viendo el amanecer.

—No lo sé.

—Llegaste a mi vida después de tres años que yo ya daba todo por perdido, en todos los sentidos en menos de dos menos perdí papá y a vos me hizo mierda eso, sabes que cuando Ferrari me llamo para que corra para ellos pensé que vos estarías ahí para poder contartelo, pero no fue posible estás en Inglaterra si lo se semanas antes que aparecieras pero no me animé a ir por cobarde.

—Bueno vos sabés muy bien porqué no pudimos seguir así.

—Si lo sé.

—Pensaste que después de seis meses me iba a quedar, cuándo tenia que ver a escondidas para hacerlo, no querido acá no soy plato de segunda mesa nadie.

—¿Porque cada vez que nos vemos tenemos que discutir?

—No se decimelo vos.

—No tengo nada que decirte.

—Bueno si es así, me voy. —se quedó callado, me di la vuelta sin antes decir algo. —A Charles yo hablé con Giada y me contó lo que le hiciste, caíste muy bajo Leclerc.

—No sabes la verdad.

—No me interesa, pero hombre caíste muy bajo. —al decir esa palabra ni yo me la creía lo que decía.