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Había llegado a Mónaco, en la madrugada del sábado ya había pasado una semana entera desde aquel día no tuve la decencia de encender el celular ya que sabía que habría un montón de mensajes de mi familia y no tenia el humor ni de discutir con Charlotte ni con mi familia.

Se podría decir que mis días se usan para no hacer nada y ver series y películas en las diversas plataformas que hay ahora . Mi mamá había venido a hace unos días y solo vino a cuestionarme. Sabía que este fin de semana era la vuelta y más que volver al máximo con Ferrari. El circuito de esta semana era el de Bélgica, tenia muy buenas vibras para esta semana.

Escucho un timbre del edificio y digo por teléfono. —Mamá si sos vos te puede ir.

—¿No, soy liz puedo pasar? —su vos sonaba algo temblorosa.

—Si puedes. —me limito a decir y rápidomente me dijo el estado del departamento y era presentable para lo que si ella tenía que pasar.

Suena el timbre del departamento una onda de nervios se me vino abrí la puerta y ahí se encontraba ella con su vestidos de verano y una casaca de mezclilla y un moño mal echo.

—¿Puedo pasar? —pregunta tímidamente.

—Si pasa, que te trae por acá. —sabia que si no me tranquilizaba iba a explotar.

—Queria hablar con vos. —jugaba con su anillo de compromiso.

—No se de qué quieres hablar Liz, enserio ya me dejaste claro que me olvidaste. —ahora yo era quien jugaba con el brazalete de mi mano derecha.

—Es todo mentira, yo no te eh olvidó pensaba que ya lo había echo en estos tres pero no creo, llegaste a cambiar mucho en mi vida en esto mes mí relación está muy cambiada.

—Que se yo si esto es todo un mentira, ahí por ahí camaras escondidas.

—No Charles, no es mentira todo lo que te acabo de decir.

—¿Y tu boda? —dije rápido.

—No lo sé.

—¿Y Pierre? —volví a hablar rápido.

—Ni siquiera se eso, Charles deja de hacer preguntas.

—Quiero desaparecer por unos días de la faz de la tierra.

—Tengo que ir a Maranello unos días.

—¿Y qué pretendes que haga?

—Que me acompañes unos días.

—Charles no sé si sea buena idea.

—Prometo no hacer nada que vos no te guste.

—Okey voy.

—Prepara tus cosas. —no se que mierda acabada de hacer pero esto me motiva un poco más.

—Tengo mi meleta en casa de mi madre evenido directo del aeropuerto. —dijo llendo para la puerta del apartamento.

—Liz. —me apresure a tomar su mano y hacercame lo más que pude a ella.

—Dime.

—Dime que después no te vas a arrepentiras de nada. —acariciaba si mejilla.

—No me arrepentiré. —dice.

—Te amo. —dije sin pensarlo.

—Te amo. —dijo ella y acorte la distancia entre nosotros.

—Creo que ahí que irnos Charles. —dijo ella en el medio del beso.

—Eso puede esperar. —dije volviendo a besarla.

ZONA DE CONFORT ━━━charles leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora