Me doy la vuelta la veo a ella con una sonrisa de oreja, con un vestido muy veraniego. Miro y está sola.
—¿Mi amor acabas de llegar? —pregunta mimi.
—Si llegué está tarde. —dice ella.
No tenía la decencia de mirarla a la cara, después de decirle todo eso.
—Hubieras avisado y te íbamos a buscar. —dice mi mamá.
—Ni yo sabía que llegaba igual mañana me vuelvo a Inglaterra vine a cerrar unos tratos de la boda. —eso del final me gustó para nada.
Hubo un silencio abusoluto después de eso.
—¿Vino Pierre? —pregunto abi.
—Si ahora venía fue a comprar algo. —dice la rubia.
—Entonces son dos personas más a la cena. —dice mamá.
—A si será. —hable desde que ella llegó.
—Listo ya llegué, había mucho tráfico en Mónaco. —dijo pierre llegando. —Buenas noches a todos. —hizo un saludo en general.
—Nosotros no tuvimos nada de tráfico. —comenta charlotte.
—Es verdad amor. —digo riendo.
—Es hora pico será por eso. —responde liz. —¿Qué van pedir? —dice arthur.
—No lo sé. —contesta liz enojada.
Hasta enojada se hermosa ella.
—Estubiste con antojo todo el vieje de pizza. —dice Pierre.
—Entoces quiero pizza. —se va para su derecha que estaba Pierre y le plantea un beso. —Gracias amor.
Mentiría si eso no me hace mierda el corazón.
—Listo ya estamos listo para pedir. —dice arthur.
...
Ya había pasado una rato desde que pedimos y cada uno hablaba con el que quería.
—Ahi no pude ser rompí bolsa. —dice camille.
—Amor, repita ondo. —dice mi hermano mayor.
—No falta una semana para el nacimiento. —dice arthur.
—SI. —grita de dolor mientras responde.
—Vamos al hospital.
—Vinimos caminado tardado. —dice cam.
—Cam tranquilos yo los llevo. —digo.
—Entonces vamos. —dice ella.
Ya llegados en el hospital y la ingresaron. Mi teléfono no paraba de sonar, decidi ver los mensajes y tenía mensajes de hasta Liz, hace mucho tiempo no tenía su número.
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