tercera parte.

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 Louis estaba haciendo su maleta para poder irse de viaje, estaba tardando más de lo habitual. Toda la habitación del hotel era un desastre. Él no quería ir, no quería ver a Harry, pero no puede demostrarlo, sabía lo que le iba a suceder.  

~

Faltaban horas para que la noche de gala comience, Louis y su banda acababan de llegar a Estados Unidos, fueron escoltados por guardias presidenciales hasta su hotel, Louis sabía que este había sido Harry. Él tenía que ver con todo lo que le iba a suceder en este país, hasta en las toallas limpias y perfumadas sabía que había estado atrás Harry dando una orden. Pero lo que más le sorprendió fue al abrir el minibar de la habitación y ver que estaba lleno de coca cola light y limonada, sentía que esto era una especie de burla para él ¿Qué quería decir con esto? ¿Qué pretendía? Louis le estaba haciendo un favor al presidente de Estados Unidos, no al tonto chico que encontró en un festival y se enamoró. Quería comunicarse con él, debía haber alguna forma.

Abrió la puerta con mucha furia y gritó ─¡Jasper!─.

─ ¿Qué quieres, Louis? Quiero relajarme un segundo ─ se asomó el manager, un poco somnoliento.

─Quiero que me comuniques con el presidente.─

─ ¿Qué? ¿Cómo pretendes que haga eso? Solo tengo el número del secretario y ni pudiendo hablar con él voy a lograr que me pase con Styles. Ve a tu habitación a dormir, por favor, faltan unas horas para la gala. Freud irá a medirte el traje más tarde.─ dicho esto sin dejar meter bocado a Louis cerró su puerta y se escuchó como ponía la traba.

Louis estaba enojado, no entendía que era lo que pasaba, era un juego de Harry, estaba seguro, él no era tan fundamental para la gala cómo lo hacía ver. Él solo quería refregarle por la cara que era presidente de EEUU y que si él quería podía traerlo de un día para el otro. Louis se quería ir, no soportaría verlo.

  Se recostó en su cama, su cabeza le daba vueltas, un poco por los recuerdos y otro poco por la cerveza que estaba bebiendo para poder tranquilizarse, prendió la televisión pero la apagó al instante ya que la imagen del presidente de Estados Unidos apareció dando una cadena nacional. A Harry le gustaba mucho estar en contacto con su pueblo, entonces daba muchas de ellas, para demostrar que él no se escondía y estaba para ellos. Cuando Louis se enteró de eso no pudo evitar pensar "muy Harry". 

 Tomo su celular para hablar con su mejor amigo Angus, era un chico que tenía la misma edad que él, pero muchos centímetros más, se habían conocido después de que Louis haya ido al festival cuando tuvo que trabajar en un bar de mala muerte para poder pagar el estudio y grabar un demo para mandar a las discográficas. Él estuvo en muchos periodos de la vida de Louis. Antes del estrellato y se mantiene durante. Y ya cree Louis que también estará después de este.

Escuchó la tonada de la línea que intentaba comunicarse con Inglaterra, su mejor amigo llevaba una vida normal, se había graduado de la universidad de odontología y había trabajado en el bar para poder pagarse sus estudios.

─ Miren quién apareció ─ se escuchó de pronto.

─ Angus, ¿Cómo estas? ─ dijo Louis jugando con el ruedo de su camiseta.

─ Bien hermano, un poco cansado, aquí ya es de noche y no he parado de atender pacientes en todo el día, esto agotador. ¿Y tú? ¿En dónde estas ahora? No he podido seguirte el ritmo, lo siento─.

─Estoy en Estados Unidos, tengo una presentación con el presidente ─ Louis cayó de pronto, no podía decirle de su historia con Harry, no se la había contado a nadie ya que H sigue en el closet y lo menos que le debía era respeto a su secreto.

─No te creo... ¿Te llamó él personalmente para invitarte? ─.

─Claro que no ─mintió Louis─ Su secretario se comunicó con Jasper, el presidente no puede tener tiempo libre para llamarme a mí─.

─Tiene sentido ─ se escuchó como pensaba Angus del otro lado de la línea─ Mucha suerte en tu presentación entonces hermano, rómpete una pierna o esas cosas que dicen en el teatro, aunque espero que no lo hagas en verdad─.

─Muchas gracias, mi vida está bastante aburrida sin ti─ Louis no podía decir nada más cierto. Angus era su compañero de aventuras en todo, llegó hasta a filtrarse en una discográfica con él como si fueran del staff de limpieza solo para dejar el demo en una oficina.

─Tranquilo, aquí te voy a estar esperando para que nos tomemos unas cervezas y me cuentes todo, solo espero que no me olvides para ese momento─ se escuchaba como reía mientras hablaba. Angus era de esas personas que siempre están sonriendo y dando buenas vibras. Sus palabras siempre de apoyo y positivas. Siempre mirando el lado bueno de la vida, todo lo contrario con Louis, el cual se autoproclamaba como el ser más negativo de esta tierra.

─No digas tonterías, todo lo que quiero en este momento es estar en Inglaterra y tomar una cerveza contigo─ de pronto escuchó como alguien hablaba fuera de su habitación ─ debo colgarte amigo, luego hablamos─.

─Adiós, y muchos éxitos ─ saludó Angus y luego colgó la llamada. 

Se sintió un golpe en la puerta.

─ ¡Pasa! ─ grito Louis acostado.

Entró Freud, una mujer de unos veinticinco años, tenía un vestido largo con tirantes y por debajo una camisa de mangas cortas blancas y zapatillas urbanas. Su pelo colorado estaba todo despeinado pero peinado al mismo tiempo en un rodete en su cabeza y dos trenzas finitas caían de cada costado de su cabeza.

─ Levántate Louis, tengo que medirte el talle, aunque creo que está perfecto.─

─ Seguro que así es.─ dicho esto Louis se levantó de la cama un poco borracho y se acercó a Freud la cual comenzó a tomar medidas y acomodar la ropa. 

MR. PRESIDENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora