Sara
Me tienen crucificada, pero es que nada de esto es mi culpa. Dania al fin de cuentas será expulsada y todo por su pecado.
No podemos ser hipócritas, he ignorar que es una adúltera. Una maldita pecadora. Y los habitantes lo saben.
Miro, cómo pasa al estrado, vestida totalmente de negro, cae de rodillas pidiendo perdón, totalmente humillada.
Damián desvía la mirada y Kira bueno ella está en su mundo, camino hacia la puerta de la iglesia ignorando a mis padres y salgo por esta.
— No quieres mirar o solo te sientes culpable.
Un jadeo de miedo se escapa de mis labios cuando escucho la voz de jaece, me volteo evaluando su vestimenta negra y desvío la mirada cuando sus ojos se posan en mí.
— Porque me sentiría culpable — susurró.
Su mano sujeta la mía y entrelaza nuestros dedos, trato de zafarme, pero su agarre se hace más fuerte.
— Tal vez por la carta que escribiste, diciendo Dania es una adúltera — suelta una risa ronca cuando muerdo mis labios.
— No sé de qué hablas.
— Claro que lo sabes — suelta mi mano y sujeta mi mentón.
Mis pies se quedan anclados en su sitio mientras él posa su frente a centímetros de la mía.
— Quieres que ella muera — susurra.
Mi respiración se acelera, miro sus ojos grises con nerviosismo y en un acto estúpido paso mis manos por sus hombres en un intento de tener más su cercanía, aunque sea solo por un segundo.
— No me convienes —pronunció con lentitud.
Su rostro forma una linda sonrisa al momento en que me alejo de él con la respiración entrecortada. Miro hacia la puerta de la iglesia cuando escucho aquellos gritos.
Escalofríos, si eso es lo que siento, miro hacia jaece quien niega sin entender nada, abro la puerta con rapidez, dejando escapar un grito al ver aquella escena.
Fuego, la iglesia se quemaba, pero nadie salía. Dania se hallaba en una esquina, el padre Gael vociferaba y yo solo miraba con incredulidad.
— Nuestro señor Dalias Igor hizo acto de presencia — gritan todos – él existe, nuestro señor es fuego.
Miro a mi padre, quien camina hacia mí junto a mamá, pero esta última mira a Jaece antes de sujetar mi mano.
Gael cae de rodillas, levantando la mano, mientras su túnica blanca se torna de color rojizo. Señalo hacia él mientras todo gira a mi alrededor y lo último que veo son los brazos de jaeces sujetándome.
Abro los ojos y vuelvo y los cierro hasta acostumbrarme a la fuerte luz, donde estoy miro a mi alrededor hasta toparme con tres caras conocidas.
Dalton escribe en una libreta, Dexter me sonríe y jaece me pasa un vaso con lo que creo que es agua.
—¿Cómo te sientes?—pregunta Dalton aun escribiendo en su libreta.
No respondo aún confundida con la situación.
— Estás bien, Dexter, te reviso y trajo algunos medicamentos por si te duele la cabeza — Jaece me pasa los medicamentos a lo que yo lo miro.
Miro la sala pintada completamente de negro y después paso la vista en mis manos temblorosas.
— Te desmayaste, te trajimos aquí porque tus padres tuvieron que quedarse organizando todo — me explica Dexter con calma.
Jaece solo me evalúa en silencio.
— Organizando todo —pronunció.
— El padre Gael fue asesinado — dice Dalton dejando de lado su libreta.
Sonrió esperando que lo que dijo sea una broma, miró a Jaece, quien niega, haciéndome saber que es verdad.
Me levanto con rapidez y camino hacia la puerta saliendo por esta. Miro hacia mi casa y me asombro al ver aquel grupo de personas, me acerco y escucho a Isabel hablar mientras mi padre sonríe.
— Nuestro dios Dalias, ha dado una señal de quemó la iglesia porque ya no toleraba más los pecados del padre Gael.
Miro a mi padre como si le hubieran nacido dos cabezas, que está pasando.
—¿Quién hubiera pensado que el padre Gael haya asesinado a tantas personas?—dice Aylin acercándose a mí, lo que me deja aún más confundida.
—¿De qué hablas? — susurró mirándola secarse una lágrima imaginaria.
— El padre Gael fue el causante de todas aquellas muertes en Jackson, por eso nuestro dios descendió y quemó la iglesia Sara.
Dejo a Aylin hablando sola y camino hacia mis padres. No existen los superhéroes, aquí todos somos villanos.
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A Través De Las Sombras [Sin Editar]
Художественная проза"El pecado no está permitido" En el pequeño y tranquilo pueblo de Jackson existe una guerra de poder entre el bien y el mal. Todo debe seguir su curso, las reglas deben cumplirse. Pero que pasa cuando un asesino serial sale a la luz amenazando con s...