Señorita de paz.
Hace 6 años.
Había una vez, una adolescente de 16 años. Ella vivía en un castillo de cristal donde no todos podían entrar en su momento. Se dio cuenta de que la felicidad es temporal y con ello sus más oscuros demonios hicieron actos de presencia.
Ellas Viven en mi cabeza, en su momento estaba feliz, por lo menos tendría con quien hablar, aunque mamá y papá pensaran que estaba loca, yo era feliz.
Hasta que esa felicidad se esfumó, las voces que escuchaba en mi cabeza se volvieron malignas. Incitándome a derramar sangre, a ellas les gustaba el caos y yo estaba dispuesta a complacerlas, pero mi castillo de cristal se rompió y con ello trate de callar esas voces, aunque así sea perdiendo la vida.
Cuando cumplí los 16 me dejé llevar por una etapa de rebeldía, eso no era correcto en Jackson y más si tus padres planeaban algún día convertirse en Cofundadores de Jackson.
Habías oído del internado "señoritas de paz" pues es un internado donde te enseñan a ser una niña obediente y mantener tu castidad hasta el matrimonio.
Resulta que ese fue el mejor método para "Los sagrados" – las señoritas del pueblo de Jackson deben aprender a ser obedientes – si usaron esas palabras.
La otra cara de la moneda es que cuando ingresé al internado descubrí que en este solo tratan de someter tu voluntad hasta hacerte creer que no eres nadie.
Si desobedecías las reglas eras castigada, si alzabas la voz eras castigada, si rondabas a altas horas de la noche por esta también eras castigada.
La directora del internado, una dama elegante y de alta alcurnia, Danna Muller, se paseaba cada día, vigilaba tu vestuario, también tus uñas y, por último, tu peinado. Si había algo fuera de lugar, eras golpeada hasta perder el conocimiento.
Una vez sin razón alguna fui encerrada en una habitación y con ello recibí cinco latigazos en la espalda, ahí fue cuando descubrí que si quieres cambiar algo en la vida debes de empezar por ti mismo.
Así que una noche la seguí, ella caminaba con altanería hacia un pequeño pasillo, esa vez detuve mis pasos cuando la vi hablar con un hombre un poco más alto que ella.
Danna le sonreía coqueta mientras este acariciaba su espalda, lo vi abrir la puerta y dejarla pasar, traté de acercarme un poco más hasta escuchar algo de lo que ocurría adentro.
Se escuchaban unos gritos escalofriantes como si había alguien sufriendo, camine en puntillas hasta tratar de abrir una pequeña ventana con sumo cuidado.
La habitación iluminaba un solo punto, una niña ensangrentada mientras Danna sostenía un látigo en las manos.
Supe que Ella no era buena, merecía morir, si lo hacía todas seriamos liberadas.
Corrí de regreso a mi habitación, cayendo al piso, abrutadamente al chocar con alguien, levantó la mirada con rapidez, pero no me dio tiempo de decir nada cuando sus manos se posan en mi boca.
— silencio — susurra muy cerca de mi oído, causándome un escalofrío.
Asentí porque sabía que no me conviene hacer ruido y trato de posar mi vista en él, pero resulta imposible por la oscuridad del lugar.
Trate de contener la respiración cuando escuche los pasos de Danna, y suelto el aire contenido cuando pasa por mi lado con su habitual porte elegante.
— No deberías estar aquí —digo al desconocido que acababa de salvarme.
— Tú tampoco — responde con una risita burlona.
No digo nada más y camino con rapidez hasta mi habitación.
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A Través De Las Sombras [Sin Editar]
Genel Kurgu"El pecado no está permitido" En el pequeño y tranquilo pueblo de Jackson existe una guerra de poder entre el bien y el mal. Todo debe seguir su curso, las reglas deben cumplirse. Pero que pasa cuando un asesino serial sale a la luz amenazando con s...