Capítulo 7

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Dahyun sopló las velas a petición de Mina y sus compañeros de terapia.

Rodó los ojos por el exagerado comportamiento de su amiga.

- ¡Basta! - Le dio un ligero manotón para que cese tanto júbilo

- ¡Auch! - Se quejó la guapa doctora - No todos los días cumples tres décadas - Confesó provocando que todos vean con sorpresa a la homenajeada

- Gracias, Mina, gracias por recordarlo - Fingió ofenderse, sus compañeros se acercaron a felicitarla llenándola de abrazos cariñosos y reconfortantes

Después de un año en recuperación por sus problemas de alcohol, y psicológicos, estaba de alta.

En realidad, se la dieron hace cuatro meses, pero por voluntad propia quiso completar el año.

- Llegó el momento de que retomes tu vida - Su psicóloga le apretó ligeramente el hombro

- ¡No! - Refutó confundiendo a los presentes - Mi vida no es la misma - Comenzó a explicarles - Para mí es un nuevo comienzo... ¡Salud! - Brindo levantando el vaso de refresco

Todos los acompañaron emotivos, orgullosos y optimistas.

El camino de Dahyun fue duro, y más de uno le tendió la mano.

- ¿Estás segura de vivir sola? - Mina aprovechó que los demás se dispersaron y la abordó

La pelinegra alzó su característica ceja - Mina, voy a vivir en tu casa de la piscina - Bufó escéptica

- Pero podemos vivir juntas, así te tengo cerquita - Hizo un puchero que Dahyun ignoró

- Vamos afuera - La tomo del brazo suavemente - No dependeré de ti lo que me quedan de años... infinitamente estoy agradecida por cada cosa que has hecho por mí, sin embargo... - Se sentaron en los muros de la acera - Quiero seguir por mi cuenta

- Tengo miedo - Agachó la cabeza para ocultar la traicionera lágrima - No quiero que el infierno que pasaste se repita - Sollozó sin poder contenerse

Dahyun la abrazó fuerte - Hey, hey... - La separó de sí para tomarla de las mejillas - Sé que mi palabra para mucha gente no tiene valor - Rememoró a su familia, a Momo, a Tzuyu, a quienes buscó para pedirles perdón por todos los malos ratos que les hizo atravesar, más no le creyeron y la rechazaron otra vez

El resentimiento hacia ella era desmesurado.

La única en aceptarla fue la pequeña Yeri, a la cual le prohibieron visitar.

Sino fuera porque ese día jugaba en el jardín y estuvieron cara a cara, ni siquiera una despedida digna le hubieran permitido.

- Pero Mina, tal cual lo olvidé y lo volví a aprender... - La miró fijamente - El amor empieza por mí misma, la fe empieza por la que yo mismo deposite en mí, mi cambio, mi renacimiento, comienza por mí, yo decido si quiero sumergirme otra vez en la miseria... soy mi propia brújula

Al final de sus palabras, la voz se le quebró, lloraron como las tantas ocasiones en los últimos meses.

Había lecciones que la vida se encargaría de recordártelas por siempre.

Mina sonó su aguada nariz con el pañuelo ofrecido - Creo en ti, Kim Dahyun, pero... y si aparece Momo y te das cuenta... - No culminó la frase por el dedo sobre sus labios

- Momo siempre será mi primer amor, ni nada, ni nadie lo podrá borrar... no obstante, ella ya es pasado - Hace un año ni siquiera podría admitirse tal declaración

- Uno muy feo - No se guardó el coraje que sentí por la japonesa

- Mmm... tal vez - Aceptó arrugando la nariz - Pero también tuvimos grandes e inolvidables momentos - Le tocó el brazo para que la deje terminar - El punto es que aprendí a diferenciar el pasado de mi presente, Mina, yo decido si quiero seguir enterrada en los viejos recuerdos, o vivir y hacer nuevos, y ya sabes mi decisión, yo, Kim Dahyun, estoy dispuesta a empezar desde cero...

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