Todos los presentes observaban la escena atónitos, cada uno semejaba haber visto un fantasma, menos Yeri que abrazaba fuertemente a su madre.
Dahyun dejó escapar algunas lágrimas uniéndose a las de su hija.
¡Cómo había extrañado a esa niña!
Se separaron un instante, el cual la menor aprovechó para tocar el rostro de su madre.
Hacía tanto sin verla que temía de que fuera una ilusión.
- Mamá - Besó la húmeda mejilla para volver a enterrar la cara en el cuello de ésta, Dahyun le susurró cuánto la extrañó, lo mucho que la quería y diciéndole lo grande que estaba.
Tiffany con el corazón en la mano lloraba silenciosa, su hija había vuelto y no era nada parecido al despojo humano que abandonaron.
Aquello le dio tranquilidad, así como a su vez un fuerte golpe de culpa la zarandeó.
Su hija estaba bien, sí, pero no fue precisamente por ellos.
A paso temeroso avanzó hacia su primogénita quien al sentir su presencia la observó sin mediar una sola palabra.
Dahyun estudió el rostro de su madre.
La altivez que la caracterizaba, la sonrisa deslumbrante y el brillo de sus ojos, no estaban, era como si de pronto su madre solo fuera una señora cansada y mayor, mentalmente se amonestó, era obvio encontrarla así por el estado de su madre.
- Madre - Colocó a Yeri en el suelo, y sonrió cuando sintió que la abrazó fuerte - ¿Estás bien?
El deje de preocupación en su voz, termino de quebrar a Tiffany.
No merecía la angustia en esas hermosas lagunas oscuras, derribó cualquier reparo de correr a abrazarla.
Su alma iba puesta en aquel gesto, su corazón palpitaba desmedido y sus brazos temblaban alrededor del fino cuerpo - ¡Perdóname! ¡Perdóname! - Exclamó contrita mojando el blazer de Dahyun con sus lágrimas.
Dahyun correspondió el abrazo de inmediato, sintió el estremecimiento en el cuerpo de su madre por el llanto desconsolado, removió cada fibra sensible como hija.
Sobó su espalda y plantó un par de besos en su cabeza, tragando el nudo en su garganta, dijo lo único que podría calmar a la mujer entre sus brazos - Te perdono, mamá... shhhh, tranquila - Musitó solo para que Tiffany escuche, estaba confundida, sin embargo, eso no quitaba la verdad de las palabras que pronunció.
Christopher no se contuvo más, dejando a Charlie con Miyeon corrió hacia los miembros de su familia y se unió silenciosamente a ese abrazo.
Quedaban muchas cosas por aclarar, por perdonar, estar juntos era el primer paso.
Los tres Kim buscaban la redención, y la esperanza de su restauración familiar.
Tzuyu sonrió mínimamente, su ex mejor amiga estaba de regreso y todo apuntaba que se había recuperado.
En el fondo de su corazón se alegraba por ella pese a los celos que provocaba su presencia, su matrimonio no iba de lo mejor, y la manera en que Momo admiraba a Dahyun solo la inquietaban más.
Los pensamientos de la nipona estaban revueltos, su corazón prácticamente retumbaba en sus oídos y no encontraba la manera de acercarse a la dueña de sus últimos sueños, necesitaban hablar, de pedir también su perdón y por qué no...
- Ni se te ocurra ir hasta ahí - Abruptamente Miyeon irrumpió sus silenciosas ganas - Momo, los Kim te odian - Mencionó aprovechando la distancia que tomó Tzuyu al ir a pasear a su hijo que comenzaba a llorar.
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Renacer
RomanceTienes esa parte de tu vida donde por amor fuiste salvajemente lastimada. Pero luego pese a que corre el riesgo de que vuelva a ocurrir, te atreverás a amar de nuevo.