La pareja yacía sentadas en la sala de su casa.
El abatimiento dibujado en sus rostros declaraba a mil voces lo preocupante de la situación.
Tzuyu rascó su rostro frustrada, ella era el pilar de su familia y sin embargo las fuerzas de ese pilar se estaban extinguiendo.
Observó a su esposa cabizbaja y quería golpearse a sí misma por todo el desastre.
- Saldremos de esto - Soltó por millonésima vez queriendo consolarla de cierta forma con sus palabras.
Palabras que esperaban se vuelvan realidad.
La japonesa suspiró agotada, rendida.
Quizás todo lo que estaba aconteciendo les era justo por el daño causado.
Tal vez la vida si cobraba las malas acciones cometidas.
- Deberíamos hablar con Tiffany - Sugirió débilmente - Tienes una edad Tzuyu, y comprobamos durante estas dos semanas que... - Respiro profundo antes de continuar - El mercado muestra interés en la gente más joven.
Tzuyu agachó la cabeza avergonzada.
Ninguna de las agencias a las que tocó puertas, respondieron - Siento todo esto, Momo.
- Venderé mi academia - Decidió decir con voz quebrada - No me puedo... - Se detuvo a corregirse - No podemos perder esta casa, es el hogar de mis hijos - La única opción para salvarse de la hipoteca era esa.
- Sé que está casa es tuya, Momo - Su vergüenza seguía creciendo - Dahyun te la compró, a diferencia de mí que no te he dado nada - Cada palabra que soltaba hacia que el nudo en su garganta creciera,
30 años de su vida siendo un fracaso.
- Tzuyu - Resopló molesta olvidándose de sus penas - Sabes que no lo dije en ese sentido...
- ¿Entonces? Porque es la verdad, Dahyun te compró esta enorme casa, Dahyun te instaló un salón aquí, Dahyun adquirió la academia de tus sueños, mismo que he jodido - Se rió irónica - Dahyun paga un fideicomiso para mi hija, el cual también he gastado, Dahyun me consiguió trabajo por años... wow... Dahyun, Dahyun, Dahyun... Debes estar arrepintiéndote por quedarte con la perdedora.
Momo negó con la cabeza repetidamente - No es el momento de sacar tus frustraciones, Tzuyu - Rebatió fríamente - Vamos con Tiffany, nuestros hijos necesitan comer y lloriqueando no les llenaremos el estómago - Secó las lágrimas que quedarán en su rostro, fue al segundo piso por su hijo menor, aprovecharían que Yeri estaba en la escuela y posiblemente Taeyeon y Christopher estarían en The Kim's.
La taiwanesa quedó descolocada por varios minutos.
Se tragó cualquier otro resentimiento, y tomó su chaqueta al regresar su esposa con el niño en brazos - Yo ya no importo... es eso - Dolida musitó.
Momo sentó a su pequeño en el asiento trasero abrochándole el cinturón.
Luego se fue al puesto de copiloto esperando a que Tzuyu arranque el carro.
El viaje iba silencioso.
La japonesa se hundió en sus problemas.
Había ignorado como su esposa se sentía, sin embargo ¿Cómo podrían culparla? Los momentos que atravesaban eran difíciles.
Las deudas los llevaban en peso y sobre todo, ¿Qué podría decirle a Tzuyu? Las declaraciones de momentos atrás eran reales.
Dahyun le había comprado cada cosa cuanto ella quisiera.
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Renacer
RomanceTienes esa parte de tu vida donde por amor fuiste salvajemente lastimada. Pero luego pese a que corre el riesgo de que vuelva a ocurrir, te atreverás a amar de nuevo.