Capítulo 21

173 32 34
                                    

Apenas Miyeon vio salir a su mejor amiga de la mansión, reaccionó.

Se amonestó severamente por quedarse de espectadora y no haber hecho nada, sabiendo que cada cosa que dijo la japonesa era cierta.

Tomó las llaves de su auto y corrió tras ellas, no sin antes gritarle a Christopher de que cuide a Charlie mientras vuelve.

- ¿Qué haces? - Oyó a sus espaldas más no respondió.

A toda prisa fue al garaje y se montó en su carro, saliendo embalada a alcanzarlas.

En un promedio de tres minutos, las vislumbró a través de la carretera.

Pitándole un par de veces, llamó su atención y aunque reticentes al principio, accedieron a subirse.

- Yo lo siento, Sana - Habló luego de tanto mutismo, apretó el volante frustrada buscando la mirada clara por el retrovisor, cuando la encontró, le sonrió, y lo hizo aún más cuando se la devolvió - ¡Llegué a tiempo! Sino las hubiera pillado un paparazzi - Acotó intentando formar plática.

- Tienes razón - Suspiró recostando su cabeza en el hombro de Dahyun - ¿Te mandó alguien? - Curiosa preguntó, la mayor.

En el fondo quiso que fuese así.

- No, y no los culpes, están en shock - Excusó al resto de la familia - Siento decir que tu hermano se ahorró algunos detalles - Tampoco quería echar de cabeza al ojimarrón, pero las cosas necesitaban aclararse.

- Nada justifica esa actitud - Recordó molesta besando la cabeza de Sana.

- Pues sí - Secundó, aprovechando que el semáforo se puso en rojo, se giró, encarándolas - ¿Y ustedes? ¿Cómo fue? - No aguantó ni un segundo más con aquella inquietud.

- Te estabas demorando, tú también debes contarme qué hacías en la casa Kim - Replicó cerrando sus ojos.

- Vale, empieza tú, me urge - Declaró afanosa, volviendo a conducir.

Dahyun rodó los ojos divertida, la rubia sí que era chismosa.

Escuchó a gusto el resumen que Sana hizo sobre su relación, también rió con los comentarios jocosos de la otra muchacha, no cabía duda de la buena amistad entre ambas.

- ¡Entonces esta vez sí enredaste a la bruja, eh!

- ¿Cómo que bruja? - Protestó, Dahyun.

- Lo siento, cuñada, es la costumbre, la llamé así por mucho tiempo - Se defendió relajada.

- ¡Qué descara eres!

- Ya te acostumbrarás.

Las tres mujeres se carcajearon, olvidando brevemente el mal rato.

Entre bromas y risas, llegaron a la casa de Mina.

Con un poco más de confianza, la coreana, la invitó a pasar.

- ¡Esto es un mini departamento en realidad! - Gesticuló sorprendida por el "aparente" cobertizo de la piscina.

- Lo mismo dije yo - Se sentó Sana en uno de los muebles, sacando sus tacones.

- Viví aquí un tiempo por voluntad propia, por ello, mis amigas me lo adecuaron - Comentó yendo a la cocina - ¿Deseas agua, o gaseosa?

- Con agua estoy bien.

Luego de entregarle su bebida, Dahyun tomó asiento.

Poniéndose cómoda, retomaron la conversación.

- ¿Esos anillos son de compromiso, cierto? - Inquirió observándoles a ambas los dedos.

- Sí - Respondieron ruborizadas - Cuando regresemos a París, nos casaremos - Completó, Dahyun, emocionada.

RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora