Apenas Miyeon vio salir a su mejor amiga de la mansión, reaccionó.
Se amonestó severamente por quedarse de espectadora y no haber hecho nada, sabiendo que cada cosa que dijo la japonesa era cierta.
Tomó las llaves de su auto y corrió tras ellas, no sin antes gritarle a Christopher de que cuide a Charlie mientras vuelve.
- ¿Qué haces? - Oyó a sus espaldas más no respondió.
A toda prisa fue al garaje y se montó en su carro, saliendo embalada a alcanzarlas.
En un promedio de tres minutos, las vislumbró a través de la carretera.
Pitándole un par de veces, llamó su atención y aunque reticentes al principio, accedieron a subirse.
- Yo lo siento, Sana - Habló luego de tanto mutismo, apretó el volante frustrada buscando la mirada clara por el retrovisor, cuando la encontró, le sonrió, y lo hizo aún más cuando se la devolvió - ¡Llegué a tiempo! Sino las hubiera pillado un paparazzi - Acotó intentando formar plática.
- Tienes razón - Suspiró recostando su cabeza en el hombro de Dahyun - ¿Te mandó alguien? - Curiosa preguntó, la mayor.
En el fondo quiso que fuese así.
- No, y no los culpes, están en shock - Excusó al resto de la familia - Siento decir que tu hermano se ahorró algunos detalles - Tampoco quería echar de cabeza al ojimarrón, pero las cosas necesitaban aclararse.
- Nada justifica esa actitud - Recordó molesta besando la cabeza de Sana.
- Pues sí - Secundó, aprovechando que el semáforo se puso en rojo, se giró, encarándolas - ¿Y ustedes? ¿Cómo fue? - No aguantó ni un segundo más con aquella inquietud.
- Te estabas demorando, tú también debes contarme qué hacías en la casa Kim - Replicó cerrando sus ojos.
- Vale, empieza tú, me urge - Declaró afanosa, volviendo a conducir.
Dahyun rodó los ojos divertida, la rubia sí que era chismosa.
Escuchó a gusto el resumen que Sana hizo sobre su relación, también rió con los comentarios jocosos de la otra muchacha, no cabía duda de la buena amistad entre ambas.
- ¡Entonces esta vez sí enredaste a la bruja, eh!
- ¿Cómo que bruja? - Protestó, Dahyun.
- Lo siento, cuñada, es la costumbre, la llamé así por mucho tiempo - Se defendió relajada.
- ¡Qué descara eres!
- Ya te acostumbrarás.
Las tres mujeres se carcajearon, olvidando brevemente el mal rato.
Entre bromas y risas, llegaron a la casa de Mina.
Con un poco más de confianza, la coreana, la invitó a pasar.
- ¡Esto es un mini departamento en realidad! - Gesticuló sorprendida por el "aparente" cobertizo de la piscina.
- Lo mismo dije yo - Se sentó Sana en uno de los muebles, sacando sus tacones.
- Viví aquí un tiempo por voluntad propia, por ello, mis amigas me lo adecuaron - Comentó yendo a la cocina - ¿Deseas agua, o gaseosa?
- Con agua estoy bien.
Luego de entregarle su bebida, Dahyun tomó asiento.
Poniéndose cómoda, retomaron la conversación.
- ¿Esos anillos son de compromiso, cierto? - Inquirió observándoles a ambas los dedos.
- Sí - Respondieron ruborizadas - Cuando regresemos a París, nos casaremos - Completó, Dahyun, emocionada.
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Renacer
RomanceTienes esa parte de tu vida donde por amor fuiste salvajemente lastimada. Pero luego pese a que corre el riesgo de que vuelva a ocurrir, te atreverás a amar de nuevo.