🕸️Mi Fantasma Pervertido🕸️ <<{KOOKMIN}>>

🕸️🔹Cap 44🔹🕸️

Ambos chicos caminaban a la par mientras seguían hablando, hasta que Yoongi abrió la boca.

—¡No puedo creerlo!.—Siguió mencionando, sin poder asimilar las palabras del castaño.

Él nunca le dijo que lo hicieron con Jeon, Yoongi se dio cuenta solo. Jimin Rodó los ojos. Pero ni él mismo lo podía creer aún.

¡Qué loco!.

—¿En verdad lo hicieron?.—Preguntó por tercera vez.

—Min, por favor.—Dijo mirándolo serio y cansado.—Estamos en medio de la calle ¿Podrías cerrar la boca?. Además, ¿Es lo único que escuchaste?.

—No, escuché todo y tu cursilería de amor.—Respondió burlón. Jimin rodó los ojos.—Es que, no puedo creer que de verdad lo hayas hecho con un fantasma.

—Eso no es lo importante ahora Min.—Reprochó.

—Bien, vayamos a lo importante entonces.—Dijo ahora serio.—¿Te dijo lo que Sulli le dijo, pero tú? ¿Qué crees que quiso decir con eso?.

—No lo sé.—Respondió y siguieron caminando.—Dijo que él tampoco sabía que le quiso decir.

—¿Y si le preguntamos directamente a ella?.—Preguntó sugerente. Jimin lo pensó.—No lo pienses tanto.

—¿Por qué siento que no solo quieres ir para saber qué significa lo del sacrificio?.

—Porque no es solo para eso.—Admitió alzando sus hombros. Jimin lo miró, y él soltó un suspiro.—Quisiera agradecerle.

—¿Agradecerle?.—Preguntó con una sonrisa.

—Sí, agradecerle, ya sabes.—Suspiró.—Por lo de Hoseok.

—Ahh, entiendo.—Sonrió.—Bien, vamos. Yo también tengo que hacerlo por ayudarme con Jeon.

Yoongi sonrió de labios, no podía creer que tuvo que conocer a una chica que prácticamente lo obligó a decirle a su mejor amigo que le gusta.

Pensó que sería una locura al principio, que estaba loca si creía que iba a decir una palabra. Pero míralo aquí, libre sin nada más que deba ocultar. Su amigo ya sabía la verdad, pero aún así no le pidió que se alejara por lo que siente.

Tenía que agradecerle a Sulli por su consejo. Ahora podía estar en paz consigo mismo, sabiendo que Hoseok no lo juzgaba y que no había perdido su amistad que llevaba años tratando de proteger.

—Ya casi llegamos.—Lo sacó de su pensamiento.

Dieron la vuelta en la última esquina hasta que vieron la puerta de madera.
Llegaron y Jimin fue el primero en tocar. Esperaron unos minutos hasta que la puerta se abrió, dejando ver a Sulli con una cosa rara y verde en la cara. Se veía adormilada, con una coleta en la cabeza y un moño.

Al parecer, estaba tomando su siesta.

Parpadeó para poder ver mejor, y cuando lo hizo, sonrió y todo sueño se esfumó al ver a los chicos, quienes la miraban tratando de no reírse por lo graciosa que se veía.

—Hola, Sulli.—Saludó Jimin.

—Hola.

—¡Hola! Pasen, adelante.—Se hizo a un lado para que pasaran, y así lo hicieron. Cerró la puerta detrás de ellos y se posicionó a su lado con una enorme sonrisa.—¿Y? ¿Cómo les fue?.

Ambos chicos se miraron un poco avergonzados, uno rascándose la nuca y el otro el brazo, mientras miraban hacia otro lado como si fuera lo más interesante del lugar. Sulli sonrió enternecida al ver lo avergonzados que estaban y notó unos lindos sonrojos en sus mejillas.