𝟎𝟒𝟎. 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨

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alexitimia ━ ━ vol iii040

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alexitimia ━ ━ vol iii
040. the five

Mia y Klaus estaban desayunando en el Grill de manera cómoda. La chica Gilbert no era una persona que criticara pero Klaus al parecer si.

—Mira sus uñas.—el híbrido señaló a la chica quien traía unas uñas muy largas y con un aspecto desagradable.—¿Cómo es que pueden traer eso?

—No sabía que fueras tan criticón.

Klaus miro a su novia y puso una cara indignada.

—Yo solo digo lo que todos pensamos.—se defendío.—Come tus papas ánda.—le señaló la comida y Mía asintió comenzando a comer.

A lo lejos vieron como Rebekah entraba al lugar con una sonrisa en su rostro y se acercaba a la barra donde estaba Matt.

—Mira, vamos a ver un show.—señalo Klaus con diversión a su hermana.

Rebekah dejo unas llaves llamando la atención de Matt. Mia tomó un sorbo de su batido y le dio un poco a Klaus quién tomó y también miraba atentamente la escena frente a el.

—¿Qué es eso?—preguntó el chico rubio mientras su cara se retorcía en la confusión, mirando desde las llaves a la original que le sonreía.

—La llave de tu nueva camioneta. Está aparcada fuera, pagada, asegurada, todo menos un gran lazo rojo.—Matt frunció el ceño a la rubia.

—¿Me compraste una camioneta?—le dijo con una cara sorprendida.

—Si bueno, se que la tuya se arruinó cuando Elena y Mía cayeron al puente.—dijo recordando en accidente.

—No creo que deba aceptarla...

Rebekah rodó los ojos ante eso.

—Solo tómala quieres, no es nada.—insitio y el rubio tomo las llaves con una sonrisa y las mejillas sonrojadas.

—Muchas gracias Rebekah...—le sonrió viéndolo.—Tengo que seguir trabajando, ¿Nos vemos después?—pregunto y la chica asintió emocionada.

—Te estás esforzando mucho hermanita,—dijo Klaus, provocando que la cabeza de Rebekah se volteara en su dirección, frunciendo el ceño al ver su divertida sonrisa.

—Lo último que supe es que te ibas de la ciudad—la rubia se quebró causando que Klaus se riera.—Dijiste que me trairias un regalo cuando volvieras.—se quejo.

—Bueno, lo estaba—dijo antes de mirar a Mia comer sus papas.—Pero entonces pensé para mí mismo, ¿Cómo puedo cuando mi hermana, claramente triste por mi partida, dejarla aquí sola?—bromeo haciendo que Rebekah resoplara con diversión.

—¿Qué es lo que sucede realmente, Nik?

—Bueno.—el rubio sonrió con diversión—Me he topado con algo que creo que podría interesarte—le dijo Klaus con una sonrisa divertida.

𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐓𝐈𝐌𝐈𝐀,  𝗄𝗅𝖺𝗎𝗌 𝗆𝗂𝗄𝖺𝖾𝗅𝗌𝗈𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora