𝟎𝟒𝟐. 𝐚𝐥𝐮𝐜𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐡𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚𝐬

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alexitimia ━ ━ vol iii042

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alexitimia ━ ━ vol iii
042. hallucinations and injuries

Pinche cueva culera. A Mia, le había caído una piedra de la cueva dejándola inconciente, no fue hasta que Magnus la encontró que la llevo de regreso a su casa, lamentablemente le dejo un chichón horrible. Ahora mismo la chica dormir plácidamente en su cama.

Todo iba bien, eso, hasta que escuchó un grito en la parte baja.

—¡Mia! ¡Jeremy! —esa era Elena.

Mia bajo las escaleras con un poco de rapidez para saber que es lo que estaba pasando —porque el chisme la llama—, cuando entro a la cocina se encontró con Elena quien gritaba y negaba.

—¿Lena? —se acercó a ella pero no contaba con que su hermana iba a agarrar un cuchillo y encajarselo en el estómago.

Mia sintió un fuerte dolor por eso y miro a su hermana.

Eso m-me pasa p-por quer-rer ayudar. . . —murmuró como pudo por el dolor.

—¡Mia! —el gritó de su hermano la distrajo.

—¡Dios santo! —Elena abrió los ojos con asombro al ver el cuchillo en su mano y a Mia en el piso alrededor de un charco de sangre—. ¡No, no, no!

—¡Tía Jenna! —Jeremy gritó desesperado—. No cierres los ojos Mia! —pero Mia tenía sueño.

«Una pestañita nada más» se dijo la chica antes de olvidarse del mundo. Después de eso ya no supo que pasó.

❍❍❍

—¿Qué pasó? ¿Por qué no me llamaste? —Magnus entró a la casa Gilbert, en ella estaban su hermana, Jenna, Jeremy y Elena.

Y Mia que estaba inconciente en el sillón.

—Voy a ir a bañarme —Elena lo evitó de inmediato.

—¿Qué está pasando con ustedes? —Rebekah tomó la mano de su hermano y lo arrastró—. Ella me llamo a mí, lo cual es raro pensé que acudiría a ti —frunció el ceño.

—Esta molesta conmigo —fue todo lo que dijo.

—¿Por qué?

—No le conté sobre la cura —suspiro—. Ayer mato al cazador y-

—¿Hizo qué? —la rubia abrió los ojos con incredulidad—. ¡Magnus, esto es importante!

—¡Lo sé, Rebekah! Voy a hablar con ella, cuida a Mia —el pelinegro salió de la sala para seguir a su novia.

Rebekah negó con su cabeza y llegó justo a tiempo cuando Mia despertó.

—¿Ya me morí? —preguntó la castaña.

—¡Mia! —Jeremy abrazo a su hermana con cuidado.

—¿Cómo te sientes, cariño? —su tía le pregunto dejando un beso en su frente.

𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐓𝐈𝐌𝐈𝐀,  𝗄𝗅𝖺𝗎𝗌 𝗆𝗂𝗄𝖺𝖾𝗅𝗌𝗈𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora