Capítulo 6

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Mierda. Mierda. Mierda.

Alec siguió a Magnus, rápidamente tomando sus pantalones y poniéndoselos, jadeando al sentir el dolor en su cadera.

– ¡Bane! ¡Espera! –

Finalmente encontró al brujo en la cocina, ya vestido, gracias a su magia, dándole la espalda. Alec estiró una mano y le tocó el hombro.

– Vete, – dijo Magnus, lleno de furia, alejándose del toque de Alec.

– Escucha...–

– ¡Confié en ti! – Magnus gritó, girándose para verle cara a cara, lleno de furia. – He hecho todo lo que he podido para proteger a mi gente de tu gente durante toda mi vida. Pero tu... tu no pudiste ni siquiera proteger una espada de un maldito asesino. Sabía que eso iba a suceder. Sabía que la clave le iba a fallar a los Subterráneos al final. ¡Ustedes solo se preocupan por si mismos! –

– ¡Yo no lo sabía! – Alec protestó. – También creí que la Clave tenía la espada, eso es lo que la Clave nos ha dicho también a nosotros. Te lo juro. Me acabo de enterar esta tarde. –

– Y aun así esperaste hasta obtener lo que querías, hasta que te follé y quedaste bien satisfecho, para decirme la verdad, ¿cierto? – Magnus demandó.

– ¡No me diste muchas oportunidades de decir algo! – Alec se defendió. – Me desvestiste al segundo que entre a tu departamento, ¿recuerdas? Me la comenzaste a chupar. No creo que ese fuera un buen momento para decir "oh, por cierto, la espada mortal a desaparecido". –

– Sal de mi casa. Ahora, – Magnus le ordenó, aun lleno de furia.

– Bane...–

– Realmente pensé que serías diferente al resto, – el brujo escupió. – Pero eres igual. Solo me usaste para una buena follada y listo. No me tomas enserio. –

– ¡Basta! – Alec gritó, sintiendo la irritación crecer. – Sabes que eso no es verdad. ¡así que deja de ser un idiota y trabaja conmigo! –

– Soy el hijo de un demonio, cazador. Puedo pensar en cincuenta formas distintas de asesinarte si no sales ahora mismo de mi casa, – Magnus le dijo, disgustado.

– Bane...–

Como la primera vez, las manos del brujo se cerraron alrededor del cuello de Alec. – No me estas escuchando, Lightwood. Terminé contigo. Quiero que te vayas. Tengo mejores cosas que hacer que follar a un patético virgen cazador de sombras, quien no pudo admitir lo que quería hasta que tuvo una polla en su trasero. –

Las palabras de Magnus fueron como flechas.

– Si, lo sé. Lo supe desde el inicio, – Magnus le susurró. – Felicidades, cazador. Tendrás que vivir sabiendo que el primero que te folló fue un maldito Subterráneo. Ahora continua. Encuentra una cazadora con quien cazarte y con quien tener pequeños monstruos como tu. Has lo que se te da mejor y vive una mentira. Vete. –

Magnus le empujó lejos, chasqueó sus dedos y Alec se encontraba vestido.

– Por favor...–

– Dije que te fueras, – Magnus gritó. – Sal de mi vista. – otro chasquido y un portal apareció frente a Alec.

– Bane, lo siento...–

Magnus movió las manos y una fuerza empujó a Alec por el portal.

– ¿Alec? –

Alec se levantó del suelo, al ver a su parabatai acercarse. Necesitaba una ducha, aun podía sentir el semen del brujo dentro y fuera de su cuerpo.

– ¿Qué diablos te pasó? – Jace preguntó.

Deseo (Malec +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora