Capítulo 7

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Alec sonrió cuando Luke abrió la botella de champaña para brindar.

– ¡Por los subterráneos! ¡Y por los cazadores de sombras! – gritó, con la botella en alto, y riendo con todos los del bar.

Valentine había sido vencido esa noche y cazadores de sombras, hombres lobo, hadas, vampiros y brujos, se juntaron en Jade Wolf para celebrar, una victoria que habían logrado juntos. Alec tomó de su cerveza, feliz, finalmente relajándose y mirando alrededor del bar. Vio a Clary e Izzy juntas, riendo y tomando de sus bebidas. A Simon coqueteando con Maia. A Jace riendo con un hada, todos disfrutando la vida.

Los ojos Alec dejaron lo mejor para el final. Magnus estaba en una esquina, junto a las mesas de pool. El brujo había sido una parte muy importante en los eventos pasados, cerrando el portal de demonios, ayudando a Alec e Izzy a encontrar a Jace y Clary en Alicante. Después de que la runa parabatai de Alec hubiera desaparecido, le ayudó a aliviar en dolor.

Debía agradecerle por ello.

Juntando coraje, Alec se levantó de su silla, y caminó hacía Magnus, sintiendo su estómago lleno de nervios.

– Hey, – le saludó, sintiéndose idiota cuando Magnus solo levantó una ceja al verle. – Um, te ves mejor. Descansado. –

– Lo estoy. Después de un baño caliente, un buen filete, y bastantes martinis. Aunque no gracias a un idiota que no pudo prepararme uno, – Magnus agregó, mirando mal a Alec. – ¿Ya encontraron a los demonios? –

– No, aun no. Es como si hubieran desaparecido después de que cerramos la grita, – Alec frunció el ceño.

– Bueno, eso serán problemas para mañana, – Magnus dijo, tomando un trago de su Martini. – Esta noche solo es para celebrar que no hay nadie intentando asesinarnos por ahora. –

– Por ahora, – Alec bromeó,

Magnus soltó una risita, y alzó la copa. Alec chocó su vaso de cerveza contra la copa de Martini, y ambos bebieron. Alec no podía dejar de mirar a Magnus.

– ¿Podemos hablar? – Alec soltó de repente, haciendo que Magnus se tensara.

– Si es necesario. –

– Bane...–

– Espera, – Magnus le interrumpió, haciendo aparecer un portal. – Si insistes en hablar, voy a necesitar otro trago más fuerte, – Magnus atravesó el portal y Alec le siguió, viendo como Magnus ya se encontraba preparándose otro trago. – Bien, continua, – dijo, dándole una copa a Alec.

– Lo siento, – Alec dijo, viendo al brujo recargarse sobre una pared y tomar de su copa. – Tenías razón. La Clave le falló a los Subterráneos. Nunca debieron esconder el hecho de que la espada había desaparecido. Y yo no debí esperar para decírtelo. Merecías saberlo. Todos merecían saberlo. –

El departamento quedó en silencio, y finalmente Alec levantó la mirada, encontrando la de Magnus sobre él.

– Espero que no estés esperando que te diga que todo esta bien, que no fue para tanto, o alguna de esas ridículas líneas, – Magnus soltó.

– No, – Alec respondió rápido. – Lo siento. Se que los Subterráneos siempre han sufrido por culpa de La Clave, y esta vez no fue diferente. Por mucho que lo intenté, – Alec murmuró, y Magnus se cruzó de brazos.

– Se que lo intentas, – Magnus dijo. – La mayoría de los cazadores no quieren que nada cambie, pero tu... tu eres diferente. Por eso solo confío en ti, y no en la Clave. –

– ¿Aun confías en mi? – Alec le miró, sin poder creerlo. – ¿Después de todo lo que ha pasado? –

– Me has probado que puedo, Lightwood, – Magnus dijo, dando un paso hacía él. – Aun sabiendo lo enojado que estaba contigo, insististe en mantenernos informados a Luke, Raphael y a mi, de todo. Eso me dice que si estás dispuesto a trabajar en mejorar relaciones con los Subterráneos.

Deseo (Malec +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora