Aquella noche no fue la única dolorosa para el rubio..el resto de días se fueron volviendo iguales para los dos niños que ahora sobrevivían ante el mundo.
Edmond estaba algo distinto, ya no solía sonreír como antes y mucho menos, sentirse agradecido con lo poco que tenía.
¿Por qué conformarse con un poco..cuándo él anhelaba todo?
Se sentía engañado con todos los cuentos infantiles que le leían más pequeño, ¿donde estaban las hada madrinas?..¿donde estaba la calidez y unión familiar?, ¿dónde estaban las personas que le dijeron que lo amaban?
Pasaron los años, 3 años con exactitud. Nuestro pequeño y adorable rubio ahora tenía 13 años, mientras que Anne tenía 3.
Para él las cosas se veían difíciles, no faltaba el día en que necesitasen de comida o ropa. Pero pronto descubrió la manera de conseguir ambas cosas, todo a través del robo.
Una mañana alegre en la que varios estaban caminando y desayunando en hermosos cafetines franceses, el joven rubio estaba visualizando desde un rincón el como una familia desayunaba entre risas, teniendo en la mesa, un croissant sin tocar.
¿Por qué no se acercaba a pedirlo? Sencillamente porque ya había expuesto su rostro y estaba tachado como un ladronzuelo. Por lo que su reputación no era la mejor por así decirlo.
– Vamos..ya váyanse..—susurra frustrado al ver que seguían sin distraerse. Hasta que sintió que alguien jaló de su camisa con suavidad—.
Edmond bajó la mirada y se topó con Anne, quien le miraba no solo con su rostro angelical y delicado cual muñeca, si no también con una mirada que reflejaba parte de su tristeza.
– Ed..t-tengo hambre..—dice con pena y algunas lágrimas que fueron saliendo por sus ojos—.
– ¡Anne te dije que te quedases en la casa! —se preocupó al verle y la cargó con cuidado, caminando un poco hacia atrás hasta llegar a una caja grande de cartón con un par de cosas y entre estas, un colchón viejo—. Espera aquí..
– Pero no quiero estar sola..me da miedo. —empezó a sollozar con tristeza—.
– Tardé porque el quitar comida caliente es más difícil..—suspira algo pesado y besa su frente—. Jamais je partirais sans toi..[Nunca me iría sin ti..]
– Jamais?..—baja las orejas con lágrimas y temor —. [Jamás?]
– Jamais. —dice de forma gentil hacia ella, dándole un pequeño beso en la frente y haciendo que ella hiciera una pequeña sonrisa en el rostro—.
– No tardes..por favor..
Edmond asintió con la cabeza y le volvió a dar otro beso en la mejilla, para después darle otro en la nariz y terminar dándole pequeños pero rápidos besitos por la cara, haciéndola reír.
Anne río con ternura ante los cariños tiernos de su hermano, sintiéndose más tranquila gracias a estos.
– No tardo..—sonrió con amabilidad hacia ella, para después retirarse rápido y volver a donde estaba al comienzo—.
Edmond notó que se habían ido y el croissant quedó en la mesa, sonrió de manera amplia al ver que era más fácil así.
Pronto el rubio corrió hacia allá y agarró el pan con prisa, debido a que el mesero se había dirigido hacia allá para recogerlo antes de que él llegase.
– ¡No de nuevo, niño! —gritó molesto e intentó atraparlo, salvo que este fue más rápido y logro evadirlo a tiempo para así huir—.
Edmond notó como los meseros le persiguieron, soltándole una leve risa al ver que había captado atención de medio restaurante tan solo por un pan que iban a tirar..que absurdo.
ESTÁS LEYENDO
Espacio de Oc's.
RandomEn este libro voy a publicar todo lo relacionado a mis personajes uwu, tanto los ya existentes como los nuevos que estoy planeando. Espero les guste❤️ Y bienvenidos sean a mis locas ideas(? Xd