-Es por Rose, ¿verdad? - preguntó mi madre mientras aparcaba en la clínica.
Me encontraba fatal, peor que nunca. No había pegado ojo en toda la noche pensando en la posibilidad de coincidir con Jennie aquella mañana, en la que iban a retirarme la escayola de la pierna izquierda. Me tranquilizaba pensar que ella no tendría ganas de verme y que haría todo lo posible por evitarme. Me había fijado en todos los coches estacionados, cuando buscábamos un sitio donde aparcar y no había visto el suyo. Ya eran las ocho y veinte, así que posiblemente se hubiera cogido el día libre, sabiendo que aquel lunes yo tenía cita con el doctor Park.
-No, mamá - suspiré.
-¿Os habéis peleado?
-No.
-¿Estabas saliendo con ella y lo habéis dejado?
-Mamá, por favor - apenas podía respirar. Sentía un nudo en el estómago que me estaba provocando náuseas.
-No entiendo por qué no quieres hablar conmigo.
-Eres mi madre no mi amiga - espeté de mal humor saliendo del coche.
-Y no pretendo serlo, pero sé un poco de mal de amores.
-¿Y qué vas a decirme?,¿que aún soy muy joven?, ¿que se me pasará? - elevé el tono de voz y noté que un corrillo de gente me miraba.
-Se te pasará, créeme. Y un día te acordarás de esto y te reirás.
-Mañana vuelvo a clase, si es lo que te preocupa - dije cruzando la puerta automática de entrada a la clínica y sentí que se me aceleraba el corazón.
-No me preocupa que no vayas a clase. Sé que tienes capacidad suficiente para recuperarlo, y si no es así no pasa nada.
-Efectivamente, porque si soy muy joven para una cosa, lo soy par todo.
-¿Quieres dejar la carrera.
-No he dicho eso - respondí entrando en el ascensor. Me quedé impactada con mi propio reflejo en el espejo. Tenía la cara tan demacrada que parecía que acabara de salir de la cárcel.
-Tampoco pasaría nada, podrías tomarte un tiempo. ¿Te gustaría ir al extranjero unos meses?
-Lo que me gustaría es que dejáramos el tema.
Caminé detrás de ella por el largo pasillo. Levanté la vista por encima de su cabeza para asegurarme de que Jennie no estuviera al fondo, hacia donde nos dirigíamos. Tuve que mirar detenidamente porque había demasiada gente en el pasillo aquella mañana. Pero ella no estaba, la hubiera reconocido a la legua. Hallamos un par de asientos libres frente a la consulta de Park. Tenía la puerta cerrada y leí la reluciente placa con su nombre. Me pregunté cuánta de esa gente, que ya espera allí cuando llegamos, tendría cita con él también. Seguro que nos atendía con retraso. Mi madre detuvo el nervioso movimiento de mi pierna.
-Bebes demasiado café - murmuró acariciándome la rodilla.
Bajé la vista a su mano, que la había dejado reposada sobre ella. Agradecí el reconfortante calor que me daba y la cubrí con la mía. Me miró con cierto aire de sorpresa cuando lo hice.
-¿Qué? - protesté.
-Tienes unas ojeras que te llegan hasta los pies.
Me sobresalté cuando la puerta de Park se abrió frente a nosotras.<
-Señora Chittip- estrechó afectuosamente la mano de mi madre.
-Lalisa, ¿cómo estás?
-Bien, gracias. ¿Y usted? - estreché también la mano que me ofrecía.

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JENNIE
FanfictionUn accidente lleva a Lisa ingresar en la clínica donde trabaja Jennie, médico que se encarga de la recuperación de la joven. desde el primer momento nacerá una especial fascinación por parte de Lisa, que está acostumbrada a conseguir lo que quiere...