Capítulo 40: Juntos, a una distancia prudente

339 75 4
                                    

Ese jueves, Jin GuangYao no fue tampoco, era raro no verle. Lan XiChen se había mantenido distante por igual y eso le ponía nervioso a Jiang Cheng. Sin embargo, el hecho que ya había terminado con la pieza le hacía sentirse más confiado. Había terminado sus notas sobre la partitura. En lugar de leer las quince páginas, había anotado las partes como las conocía y había terminado con un sistema de menos de una página. Su profesor estaba perplejo frente a tal sistema, pero como A-Cheng se entendía, le dejó ser. Ese día fue bastante productivo, haciéndole sentirse útil.

Luego de un par de días, sentía que iba a comerse todas las uñas. Solamente faltaban 10 días para que terminase el año lunar y tres hasta su presentación final. Ya se había sacado buenas notas en el resto de las materias y había sido capaz de recuperar todas las que había fallado ya. La última cosa que tenía que hacer para ese semestre era esta y finalmente podría decir que solo le faltaba un semestre para graduarse.

Sobre encima de eso, la mudanza estaba a unos días, así que había comenzado a empacar todo. Donde solía estar su librero lleno de libros ahora estaban varias cajas apiladas con diferentes cosas que planeaba llevarse consigo. Había tenido que pelear bastante para encontrar un nuevo departamento, conseguir uno que no fuera caro y que aceptara a A-Lian no había sido fácil. Era todo un desafío mudarse tan cerca de su presentación y del año nuevo. Por suerte los chicos ya habían accedido a ayudarle a mudarse.

Su contrato terminaba el 25 de enero y ya era el 22. Se suponía que se presentaría el 25. El apartamento se veía bastante vacío porque ya había empacado la gran mayoría de las cosas. Las únicas cosas que quedaban eran los muebles que no le pertenecían, un par de cubiertos y el piano. Hubiera sido mejor haber ido a su lugar, pero no quería enfrentarse a los recuerdos de lo que había pasado y volver a sentir esa incomodidad.

Habiendo tenido toda su mañana libre, había terminado cocinando galletas de miel. Claramente no tenía nada que ver con el hecho de que sabía que Lan Huan las amaba, sólo tenía antojo de algo dulce. Cuando estaba terminando con los últimos platos su visitante hizo acto de presencia. Incluso antes de que este tocara la puerta, A-Lian había corrido a la entrada maullando. -Ya voy. -Jiang Cheng dijo. Se secó las manos y abrió la puerta para encontrarse con una sonrisa amistosa. -Buenos días, espero que no te moleste pero está algo vacío.

-¿Vacío?

-Estoy a punto de mudarme.

-Oh, ya veo. ¿Vas a rentar un lugar nuevo? -XiChen se agachó para levantar a A-Lian con un brazo. Rápidamente ella se acomodó contra su cuello, ronroneando sonoramente.

-Sí. Este lugar es una mierda y estoy feliz de mudarme.

-¿Cuándo te vas a mudar?

-En dos días.

XiChen paró de acariciar a A-Lian y miró a Jiang Cheng con sorpresa. -Justo antes de la presentación. ¿Necesitas ayuda con eso?

-No gracias, no te preocupes. Mis amigos me ayudarán.

-Oh, claro. Tus amigos. -XiChen entró cargando en su otro brazo el maletín donde Liebing estaba.

-Lo siento, no quería que saliera así. Song Lan va a ayudarme. No te preocupes. Tú igual estas ocupado. Al final... oh bueno, no sé si vas a... tu pieza.

-Mn. Decidí presentarla. Está terminada.

-¿Vas a presentarla? -La cara de Jiang Cheng se iluminó. -¿Sí? ¿La has terminado?

-Sí, la terminé. Pero tendrás que esperar al martes para escucharla. Porque es especial.

-Oh, está bien esperaré.

Mi fantasía azul | XiChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora