Capítulo 1: Clásicos

1.9K 175 30
                                    

A-Cheng cantó animadamente Losing my Religion (video de la canción en comentarios) mientras le ponía vino a la salsa. Tomó otro sorbo directamente de la botella. Estaba de buen humor, cantando sus canciones favoritas, era su pedacito de cielo. Su boca estaba abierta completamente mientras cantaba totalmente feliz cuando escuchó que tocaban la puerta. Después de una pequeña pausa, los escuchó por segunda vez, y frunció el ceño. Le llamó la atención así que dejó la botella en la mesada junto a las hornallas y a su laptop, revolvió la salsa un poco y le bajó a la hornalla. Agarró el repasador que tenía sobre la manija del horno para limpiar sus manos, presionando la barra espaciadora para parar la música y poder ir a abrir la puerta.

-¡Jiang Cheng! - Wei WuXian se tiró sobre él dramáticamente. -Estoy tan triste. -Le dijo con un pequeño lloriqueo. -Me canceló a último minuto por culpa de unos estúpidos problemas familiares.

-¿Qué?

Jiang Cheng casi le soltó para que se fuera de cara al piso, desafortunadamente, Wei Ying ta estaba dirigiéndose directamente hacia la cocina, interesado en ver lo que su hermano estaba cocinando.

-Bueno, parece que voy a comprar el postre. -Su hermano le dijo con una sonrisa. -¿Qué te parece helado?

-¿Qué? Espera. -Cerró la puerta y volvió la mirada a su nuevo indeseado invitado. -¿Qué estás haciendo aquí?

-Lan Zhan canceló nuestra cita de último minuto, y yo ya estaba todo preparado y hermoso. -Sin ninguna vergüenza, hizo un puchero. -Así que pensé que podría hacerte feliz con mi bella presencia esta velada mientras me quejo un poco.

Jiang Cheng suspiró. -Espero que consigas el mejor helado de chocolate de todo el puto mundo. Sino patearé tu culo fuera de mi departamento.

-¡Jiang Cheng! -É hizo otro puchero. -Mi culo es demasiado bonito para ser pateado. -La respuesta de A-Cheng fue solo rodar sus ojos.

-Tienes suerte que aún no he puesto la pasta. Estaba haciendo salsa de más de todas formas.

-¿Estás haciendo esa extra deliciosa y picante salsa roja que me deja salivando siempre? -Le dijo mientras le seguía a la cocina.

-Sí. Sin carne esta vez. -Con una cuchara mezcló la salsa, revisando que no se haya quemado en el fondo. Demandante, le ordenó a su hermano: -Saca dos copas y la pasta.

-Voy.

Cuando tenía hambre se ponía muy obediente. -Entonces... ¿Qué estabas escuchando? -Señaló la computadora.

-R.E.M. -Jiang Cheng miró la lista de reproducción.

-Aburrido y demasiado quemado. Pongamos algo más divertido. Sólo pensar en "Everybody Hurts" me hace querer sacarme las orejas.

-¿Así como Van Gogh? Puedo darte un cuchillo. -El hermano menor sonrió burlón.

-Púdrete. -Wei WuXian se rió. -Aquí, el himno gay. -Se rió antes de poner una de las canciones que Jiang Cheng más odiaba, justo antes de agarrar el rollo de servilletas y pretender que este era un micrófono. - There's a loving in your eyes all the way. If I listen to your lies, would you say... (video de la canción en comentarios)

-Dios, por favor para eso. -Intentó agarrar su laptop para frenar la horrible canción. Sin embargo, teniendo una mano llena de pasta sin cocinar y una botella de vino abierta en medio, Wei Ying fue más rápido que él.

Alimentando su desespero, él cantó más alto. -Karma, karma, karma, karma, karma chameleon. You come and go, you come and go. Loving would be easy if your colors were like my dreams. Red, gold, and green, red, gold, and green.

-¡Cállate! ¡Él es desagradable! -dijo frunciendo el ceño. Para liberar sus manos, puso la pasta en el agua hervida y condimentada y corrió tras él.

-¡Me rindo! ¡Me rindo! -A-Ying dijo cuando fue atrapado contra una esquina. -La cambiaré. -Paró la música. -¿Qué debería poner?

-¿Puedo tener mi música de vuelta?

-No. -Le sonrió feliz. -¡Ya sé! -Sin importarle la cara de perros de su hermano, tipeó con dificultad en el aire con un dedo mientras sostenía la computadora con una mano y las servilletas en la otra.

-Tengo una cuchara de madera llena de salsa roja y no tengo miedo de ponerla contra tu ropa.

-¡No te atreverías! -dijo indignado. Su ropa era como una parte de él. Luego de haber encontrado su estilo, cada conjunto de ropa era sagrado para él. Siempre se vestía a la moda, incluso sacrificando el comfort, porque le ponía orgulloso lo que usaba. Jiang Cheng le envidiaba; a diferencia de Wei Ying, él estaba acostumbrado a usar lo primero que veía, a veces combinando muy bien, a veces no pegaban para nada. Pero siendo el hombre apuesto que era -algo que no creía ser, - le quedaban bien, incluso si no le importaba.

Bon Jovi comenzó a sonar. -Ahí tienes. Volví a tu lista de canciones. -Le dijo mientras iba a dejar la computadora de nuevo a donde estaba antes. Sus dedos dolían por haberla sostenido por tanto tiempo.

-Gracias, ahora sirve el vino y luego comienza a hablar. En ese orden, porque necesito más alcohol en sangre antes de tener que empezar a escucharte hablar de él.

-Discúlpate, deberías estar agradecido que te hablo sobre él.

-Hasta donde yo sé hablas de él como: Todo. El. Puto. Tiempo. -Enfatizó las últimas cuatro palabras. -Y le hablas a todo el mundo. Hasta le mostraste fotos al que limpia en la universidad porque yo estaba harto de escucharte.

-Él prestó mucha atención, no como tú. -A-Cheng recibió una copa bien cargada de vino. Eso significaba que iba a ser una historia muy larga. Wei WuXian movió las cosas a un costado antes de saltar a sentarse en la mesada. -Bueno... de todas formas. Todo comenzó cuando...

Fue una noche larga después de eso.

Mi fantasía azul | XiChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora