Capítulo 26: Desinteresado y egoísta

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Siéntense, se viene lo intenso.

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Uno, dos, tres toques en su puerta. Jiang Cheng estaba debatiendo si debía o no pedirle a su padre que le prestara un piano. En su casa de la infancia tenían unos cuantos pianos de diferentes tamaños y comprar uno parecía un gasto de dinero considerando que ellos no usaban todos de todas formas.

Caminó a la puerta masticando semillas de loto mientras intentaba adivinar quién era. Wei WuXian podría ser, le gustaba venir tarde sin invitación. Esta vez intentó adivinar la razón por la cual Lan Wangji podría haberle dejado plantado, como era viernes a la noche hacía sentido. Ni siquiera se molestó en apagar su música. A-Lian vino maullando desde su lugar en el sofá, frotándose entre las piernas, haciendo difícil caminar.

-A-Lian. -Él la regañó, abriendo la puerta.

Mirando hacia arriba, un par de ojos dorados enrojecidos le miraron. Sus mejillas estaban hinchadas y dos trazos de lágrimas secas brillaban bajo la luz.

-¿XiChen?

-¿Por qué mentiste? -Ni siquiera pudo completar ni una frase completa sin el sollozo desgarrador que se atascó en su garganta. Su respiración era entrecortada e incluso tuvo que limpiar su cara frotando sus manos. Era una apariencia tan desarreglada que Jiang Cheng se quedó mudo. -¿Por qué mentiste? -De nuevo, nada en él demandaba respuestas. En un estado tan penoso, sus palabras eran ruegos por la verdad, como si su confusión le atormentara profundamente.

-Yo... -A-Cheng dio un paso hacia el costado, como signo de que le permitía que entrara. Clavó su mirada en el suelo, y su cabello suelto cayó alrededor de su rostro como una cortina del color de la tinta.

-¿Podrías darme un pañuelo, por favor? -XiChen pidió.

-Siéntate, lo traeré para ti. Hay semillas de loto peladas en la mesa de café si quieres. -Del baño, sacó un rollo de papel completo. No parecía que un poco sería suficiente. -Lo siento... -Jiang Cheng no podía soportar mantener su mirada mientras se sentaba en el mismo sofá.

-¿Por qué no dijiste nada? -él dijo batallando con sus lágrimas.

-Lo siento...

-Eres tan desinteresado.

-¿Eh? -Jiang Cheng le miró confundido. -¿Desinteresado? -Egoísta sería la palabra correcta.

-Fui a lo de Ming-ge y Wen Qing estaba allí y ella me explicó todo. -XiChen se sonó la nariz. La sangre de A-Cheng se heló. Pensó que estaba hablando de lo que había pasado el día anterior, pero no lo estaba haciendo.

-¿Qué... qué te dijo ella?

-Todo. Me dijo la verdad. -Su cara se contorsionó. -¿Por qué no lo explicaste? -No pudo aguantar sus sollozos.

-¿Por qué estás llorando? -Jiang Cheng intentó limpiar su cara con un papel. -Yo soy el que terminó en un accidente. -Le intentó animar.

Eso le hizo llorar aún más. -Porque estoy tan triste y frustrado. ¿Por qué no les dijiste? -XiChen hizo un intento inútil de limpiar su rostro.

-¿Qué es lo que ella te dijo? -Jiang Cheng suspiró y le puso un papel en la nariz para que él soplara. El bebé grande hizo caso, sus ojos oscuros mirándole. Toda su cara estaba hinchada. -Ella me dijo que no te tiraste en frente del auto por A-Lian. Lo hiciste para salvar a tu hermano. ¿Por qué no les dijiste? -A-Cheng suspiró de nuevo.

-No lo sé. Siento que no me creerían. Además, no había razón de decirlo... lo que estaba hecho estaba hecho y yo hablando no cambiaría nada. -Dejó el papel usado en la mesa, junto al plato de semillas.

Mi fantasía azul | XiChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora