Capítulo 44: Disculpas

339 67 8
                                    

Salieron del baño. XiChen se dio cuenta que necesitaba recoger a Liebing y como no querían salir ambos allí, prefirieron ahorrarse el drama y verse afuera. Jiang Cheng caminó con confianza al estacionamiento, buscando por el auto de él con la llave en mano. En su cabeza sólo podía pensar en lo que XiChen le había estado ocultando. Con respecto al accidente... No le estaba ocultando algo físico. No era como... si eso... no funcionara. Se estaba avergonzando por sí mismo sólo pensando.

-Felicitaciones. -Su tono sarcástico e irritante hizo que A-Cheng se tensase. -Un 90, ¿Quién hubiera creído que podía no arruinar una pieza? Bastante bien para alguien como tú. El salvador de gatos sabe bastante.

Jiang Cheng quería borras su existencia de la tierra, pero como eso no era posible decidió ignorarlo.

-Te estoy hablando.

-Lo sé. -Le respondió seco, sin parar de buscar el auto de XiChen.

-¿Necesito una cola y cuatro patas para tener tu atención?

A-Cheng suspiró, cansado de su mierda. Era claro que no tenía ya las fotos, o de otra forma ya le hubiera amenazado con ellas. -¿Crees que le prestaría atención a cualquier gato? ¿Y encima que ese gato seas tú? Ja.

-Supongo que si eres capaz de tirarte sobre un auto para salvar a un mísero gato ella es especial... La próxima no hagas peligrar la vida de otra persona por un puto gato.

Las llaves del auto fueron apretadas en un puño. Sobre todo porque él sabía lo que había pasado. No era Jiang Cheng el que hacía peligrar las vidas del resto.

-Si quieres matarte, tírate de un puente. Nos harías un favor, no metas a alguien más en tu desastre.

Su expresión era tan ácida como chupar un limón asqueroso, se dio la vuelta listo para decile que se fuera a la mierda, pero se quedó con la palabra en la boca.

-¡A-Yao! ¡Discúlpate por eso! -XiChen le dijo frunciendo el ceño, mientras se acercaba para estar junto a A-Cheng. Su pareja nunca había conocido esa expresión.

-A-Xi... ¿Escuchaste eso? -El maldito enano pretendió ser inocente.

-Lan Huan... déjalo. -Jiang Cheng le tiró de la manga. -Vámonos.

-No. ¡No me iré hasta que se disculpe por lo que dijo! -Levantó la voz como nunca. Su dedo apuntaba de forma ruda a quien solía ser su amigo. -No sabes nada. Nada.

Jin GuangYao se vio dolido, se cruzó de brazos. -¿Qué es lo que no sé? Leí los expedientes. Sé lo que pasó.

-¡No sabes! ¡Discúlpate! -La voz de A-Huan era grave y firme. No se veía feliz. Jiang Cheng quería decirle que lo dejara, pero no parecía que funcionara.

-¿Por qué lo haría? ¿Crees que la vida de un gato es más importante que la vida del conductor? Casi se muere, ¿leiste eso?

-Me dijo sobre eso pero...

-¿Entonces? ¿Por qué lo defiendes?

-¡Pero no fue así!

Jiang Cheng estaba cansado de eso, se quería ir. Vio a su hermano y al novio de este acercarse con un saludo. Su mano se extendió para tomar a su pareja para que se fueran. -XiChen... no te pelees con él. Es estúpido. -Jiang Cheng le pidió.

-¡Estoy cansado de la gente pasándote por encima! -XiChen levantó la voz. Se giró al Jin, hablándole sin guardar la rabia. -¡Salvó a su hermano de ser atropellado por un auto! ¡No salvó a A-Lian como crees que sabes! ¡Así que deja de hablar de cosas que no sabes nada!

-¡Lan XiChen! - Jiang Cheng le gritó, en shock. ¿Por qué le había contado? No era su secreto para contar.

-Oh, ¿así que ahora es un mártir?

Mi fantasía azul | XiChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora