5. Sin Razón

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Sana había llevado a sus amigas al bar de Chaeyoung. Fue una decisión estúpida, ya que Chaeyoung era una de las mejores amigas de Momo y era obvio que le terminaría diciendo que estaba en su bar.

-Sana debes dejar de beber, ya es suficiente – Jihyo estaba perdiendo la paciencia – no vale la pena.

-¿Crees que no lo sé? Soy la primera en darse cuenta de que fue una estúpida Jihyo.

-No es necesario que te trates de esa forma – Jeongyeon tomó la mano de su mejor amiga – pero creo que tampoco debe ser fácil para ella.

-¡Jeongyeon! – gritó Jihyo.

-Pensé que eras mi amiga – Sana se había molestado.

-Soy tu mejor amiga y porque lo soy, tengo derecho a hacerte saber cuándo estás actuando sólo por rabia. ¿Recuerdas cuando nos contaste a Jihyo y a mí? Ninguna de las dos te creyó, pero tu insististe e insististe que podías tener sueños premonitorios. No te creímos hasta que ella te rechazó y nos contaste como había sido todo. Era la misma escena que habías descrito hace años atrás. Ese día ni siquiera te diste cuenta, pero supongo que ahora lo sabes.

-¿Qué tiene que ver todo eso con Momo?

-Para ella tampoco debe ser fácil contarte algo así. Ella no tiene idea de que tú también puedes soñar. Si lo hubiese sabido desde un principio. Estoy segura que todo hubiese sido diferente. Lo sabes ¿verdad?

-A veces me caes horrible – Sana bebió nuevamente – estoy muy borracha.

Sana dejo caer su cabeza en el hombro derecho de Jihyo y esta bebió de su copa de vino, mientras que Jeongyeon pagaba por otra porción de papas fritas. Estaba en eso, cuando la puerta de la entrada del bar se abrió. Era Nayeon.

-Hola amor – saludo desde la puerta sin darse cuenta de que Sana y sus amigas estaban en ese lugar.

-Hola – Chaeyoung se acercó haciendo un gesto de silencio – Sana está ahí. Parece que discutió con Dahyun y Momo.

-Un mal día supongo – Nayeon colgó su abrigo y caminó en dirección al bar – Hola – saludo cuando pasó por la mesa de Sana.

-Hola – saludaron Jihyo y Jeongyeon al mismo tiempo.

-Hola – Sana miró a Nayeon.

-Te ves fatal.

-Gracias por hacerlo notar.

-No deberías seguir bebiendo.

-Por fin alguien está de acuerdo conmigo – exclamó Jihyo.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Dime.

-¿Es verdad?

-¿Qué cosa?

-¿Es verdad que Momo está enamorada de mí? – Sana rogó que la respuesta fuera un "no" rotundo y rápido saliendo de su boca, pero nada de eso ocurrió. Nayeon se quedó congelada frente a Sana sin mover sus labios. El silencio que acompañaba la escena era realmente incómodo para el resto de las chicas.

-No es algo que debería responderte yo.

-¿Momo sabía que Dahyun iba a entrar ese día a la cafetería verdad? – Nayeon no pudo evitar que, su cerebro, recordara la tarde que pasó junto a su mejor amiga hablando de la chica con la que había soñado y después, años después. Dahyun apareció en la cafería y, esa tarde, también habían hablado de ella hasta que el sol se escondiera – Nayeon respóndeme.

-No es algo que...

-¡Basta de esa frase de mierda! – Sana gritó desesperada – todas las personas que están acá saben cuánto me esforcé para poder estar con Momo. Todas las veces que me rechazó, todas las veces que nos separamos. Ustedes vivieron conmigo todo ese proceso.

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