tears of love

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Hyunjin se encontraba estudiando en su habitación mientras su madre y hermana mayor se encontraban limpiando, la madre de Hyunjin no dejaba que los hombres de la casa limpiarán, pues ella era una fiel creyente en qué las mujeres eran las "esclavas" de los hombres y tenían que hacerse cargo de las tareas del hogar y de los hijos.

A Hyunjin le molestaba el machismo de su familia pero no podía hacer nada, él apenas era un menor de edad que no tenía la palabra hasta los dieciocho.

Mientras estudiaba, le llegó un mensaje de texto de su Honnie.

Le encantaba hablar con Minho y se sentía más atraído cuándo descubrió su orientación sexual, pero claramente no quería tener una relación con su mejor amigo y tampoco arruinar esa amistad, varias veces, las mujeres de la iglesia le habían dicho a su mamá qué lo encontraron besándose con chicos, y que era transexual solamente por usar rosa.

El mensaje de texto decía que si podían verse, ya qué estaba muy aburrido.

Hyunjin sonrió y se vistió rápidamente con un suéter rosa y un pantalón largo negro.

Bajó las escaleras para pedirle permiso a su mamá pero antes de darle el permiso, le dijo.

–Hijo..Si no tienes otro suéter, iremos a comprar uno mañana, no puedes ponerte el rosa, ¿sí? y vuelve temprano cariño, mañana hay clases.

Hwang suspiró con molestía y asintió.

Hoy le iba a decir a Minho que era gay y no había algo que le haría cambiar de opinión.

Ellos tenían un lugar especial para reunirse, no les gustaba qué alguien más se metiera entre su amistad, ellos juraron que serían ellos hasta que la muerte los separe.

Ellos iban a un lago cerca de su escuela, ellos mismos arreglaron ese lugar para que sea solamente para ellos.

Cuándo llegó, vió a Minho sentado en el banco que estaba pintado de blanco y al parecer estaba con su celular.

A Hyunjin se le ocurrió la brillante idea de acercarse a Minho y asustarlo.

En cuánto iba a tocar a Minho por los hombros, él se dio vuelta y lo agarró de las muñecas rápidamente.

–¡Minho! –río el castaño tratando de zafar del mayor–

–Ya te dije que no me puedes asustar –dijo riendo–

Los ojos del castaño fueron a parar directamente a los labios de su mayor.

El rubio se dio cuenta de eso y lo soltó rápidamente.

El castaño sacudió su cabeza y se sentó a un lado de su amigo.

–¿Ya sabes que vas a hacer para tu cumpleaños?

–Voy a cumplir diecinueve, sin duda será algo no demasiado grande.. supongo que saldré a beber algo con mis amigos.

El menor lo miró confundido.

–¿Vas a llevarme a beber? –preguntó felizmente, creía que su Honnie lo llevaría con él a todas partes–

–Ni lo sueñes, eres un bebé apenas, y claramente tus papás me matarían.

–¡Pero soy grande!

El más alto río a carcajadas y miró al castaño, lo atrajo hacía él y lo recostó en su hombro.

El menor sintió sus mejillas arder.

–Minho...

–¿Dime pequeño?

–¿Que harías si te digo que soy gay?