Tiempo

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Esa noche me fue imposible conciliar el sueño, no podía quitarme de la cabeza lo que me habia contado Itachi sobre lo que supuestamente había pasado en realidad con sus padres, muchas cosas tenían sentido, sin embargo, aun seguía siendo un delincuente y no podía creerle lo que me dijera.

Sin olvidar que el me quería a cambio de salvar a Sasuke y no voy a negar que me aterrorizaba lo quisiera hacerme, no podía parar de imaginarme todo aquello que sugirió su mirada cuando recorría cada parte de mi cuerpo.

-¿Que me paso? - dijo Ino con la voz pastosa, tocándose la cabeza como si se le fuera a caer.

-Tal parece que te quedaste dormida mientras acomodabas tu ropa - trate de sonar lo mas convincente posible, esperando que no notara mi nerviosismo.

No hagas nada estúpido Las palabras de Itachi resonaban en mi cabeza desde que se fue esta madrugada.

-Siento como si me hubieran noqueado- se sentó en la orilla de la cama, con la mirada perdida como si no entendiera como es que llego a la habitación de visitas.

-¿Quieres un poco de agua ?-pregunte, sentándome junto a ella.

-Si, me vendría bien, junto con un un rico desayuno.

Tres días mas pasaron sin noticias de la policía y mucho menos de Itachi, después de nuestro encuentro todo, el cual si no tuviera su voz en mi cabeza constantemente, habría jurado que lo había imaginado todo.

-¿En verdad tienes que regresar tan rápido? - pregunte abrazando fuertemente a mi mejor amiga.

-Lo siento, al parecer algo surgió en cas a y tengo que volver ¿Por que no vienes conmigo la próxima ve que tengas días libres?- insistió de nuevo, desde que llego no paraba de sugerir que regresara a California con ella.

-Lo pensare-mentí, no tenia intensiones de irme de Seattle a menos que Sasuke regresara a nuestro hogar sano y salvo.

Los dias en compañía de Ino me hizo relajarme a tal punto en que volví a disfrutar las pequeñas cosas de la vida, comer pizza mientras mirábamos una película de acción, bailar twerk o al menos lo intente aunque mas parecía una tabla sin ritmo, Ino llevaba semanas asistiendo a clases de Twerking debido a que la habían invitado a unas clases.

-Pensé que nunca se iría tu amiga- la voz de Itachi se escucho en cuanto cerré la puerta, dejándome petrificada con mi espalda contra la misma

Tomo un sorbo de una botella de agua, haciendo ademán de que se metía algo a la boca antes de dar otro sorbo sin quitarme la vista de encima.

-¿Me extrañaste?- su aterciopelada voz, sonaría bastante sexy, si no fuera por su imponente presencia que parecía abarcar todo lo que nos rodeaba.- Respira cariño o podrías desmayarte.

Estaba tan impactada de su cercanía a tal punto que había olvidado como respirar, inhale y exhale lentamente hasta que fui consiente de mi de nuevo, este hombre me absorbía con su sola presencia, que por momentos me olvidaba que era una persona peligrosa y que yo era... ¿su prisionera..? no lo se, solo sabia que me tenia en sus manos.

-¿Que haces aquí? -pregunte en un susurro.

-Vine a ver a mi chica -me tomo de la cintura con ambas manos acercándome a el, acorralándome contra la pared , poniendo una pierna entre las mías.

-No soy tu chica- replique, levantando la mirada.

-Si lo eres o más bien rogaras serlo si quieres que regrese con vida a mi estúpido hermano- apretó ligeramente mi cuello con su mano izquierda, impidiendo me respirar bien.

-¿Como se que en verdad lo salvaras?¿Que pruebas tienes de que esta vivo?- pregunte con la voz entrecortada, en lugar de responderme, paso su nariz por mi cuello y lo lamio hasta llegar a mi oreja donde chupo el lóbulo de la misma, provocándome que saliera un gemido involuntario, haciendo odiarme por ser tan sensible.

-Un Uchiha siempre cumple su palabra- respondió en mi oído, causando que cada fibra de mi piel se estremeciera.

-Ne...necesito pruebas- susurre, al sentir un nuevo apretón en el cuello.

Inspiro mi olor, antes de separarse y sacar su teléfono de la chaqueta, lo volteo y me mostro un video de Sasuke, encerrado en una celda, estaba sentado con las manos sobre sus rodillas , su mirada llena de resentimiento y frustración, su rostro mostraba moretones y algunos rasguños.

Esta vivo, lastimado pero vivo mis lagrimas comenzaron a recorrer mi rostro, nublando mi vista, mi entorno se transformo de un mundo oscuro y desolado a uno brillante, lleno de esperanza. Ahora entendía todo quedaba en mis manos o en mi cuerpo seguir manteniéndolo vivo.

-¿Vas a ser mi chica o no ?-limpio mis lagrimas con sus pulgares, acariciando me en el proceso.

-Hagámoslo pero por favor sálvalo -dije determinada.

Segundos después, sonó su celular, al contestar me tomo de la mano y me siento en su regazo, de la misma forma en la que me había sentado tantas veces con Sasuke, mi mente no paraba de rememorar aquellos momentos en los que la mayoría de las veces terminaban en nosotros haciendo el amor.

-Maldita sea, detenlo en lo que llego. No permitas que se acerque a el- su gruesa voz, paso de ser seductora a amenazadora. -Nos vamos

-¿A donde?- me ignoro, haciendo llamadas, una tras otra. Lo que sea lo que haya pasado era malo, realmente malo.

Tomamos el elevador hasta el estacionamiento, donde nos esperaba un vehículo negro con vidrios polarizados, junto con varios hombres, vestidos de traje negro.

Termino de dar varias indicaciones antes de subir al auto, espero a que estuviéramos solo el y yo, antes de prestarme atención de nuevo.

-Pase lo que pase, en cuanto lleguemos no te bajes, no importa lo que oigas, no te bajes, mis hombres te protegerán- tomo mi mandíbula obligándolo a verlo.

-¿De que me tienen que proteger?- Mi voz era un susurro de nuevo, lo que veía en sus ojos me estaba aterrando en muchas maneras.

-Madara Uchiha- respondió secamente.

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