4. Café y Amortentia

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—Amor por favor no te vayas —Harry se aferró a Draco como si fuese un koala, sus piernas abrazaban su cintura y sus brazos rodeaban el cuello del rubio.

Draco rió por lo tierno que se veía Harry estando así.

—Volveré por la tarde, además hoy tienes entrenamiento, quiero que mi esposo persiga su sueño de ser el mejor buscador de Quidditch de Inglaterra —habló cerca de su oído, mientras acariciaba su espalda con suavidad.

—Lo sé pero hoy no quiero ir y tampoco quiero que lo hagas —el tono de voz que usó Harry casi le obligó a renunciar a su puesto de jefe de inefables.

—Mi amor, no hemos tenido tanto trabajo en el ministerio últimamente así que hay posibilidad de que salga temprano —consoló el rubio sin dejar de repartir caricias qué lentamente relajaron a Harry.

—Está bien, ¿Te parece si salimos a cenar fuera? —preguntó el más bajo aún le tiendo a su esposo entre sus brazos.

—Claro, vayamos a nuestro lugar favorito y luego hacemos el amor sin parar —Él azabache se sonrojo luego de escucharle decir eso, pero sonrío y asintió—. Ya ansío volver a verte, te amo —seguido de eso lo besó largo y profundo.

—Te amo más cariño —volvieron a besarse antes de levantarse de la cama, tomar una ducha y desayunar algo antes de partir a sus labores.

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Él plan no les iba resultar fácil en ningún momento, eran conscientes de ello, sin embargo tuvieron que requerir a un plan complicado y hasta algo peligroso pues utilizarían a una persona más para llevar a cabo el plan o mejor dicho se harían pasar por esa persona gracias a la poción multijugos que Hardin le había dado a Astoria meses atrás pues no había otra forma que Draco bebiera la Amortentia.

Acordaron estar a tiempo en el lugar antes de interceptar a la asistente de Draco evitando que entrara al ministerio. Un poco difícil pero no imposible.

—¿Entonces la voy a golpear con un bludger? —preguntó la pelirroja abriendo el baúl con sus cosas de Quidditch.

—Así es, cómo ella se aparece en este campo fingiremos que practicabas un poco y accidentalmente la golpeaste, la llevaremos a su casa y le vamos a decir que le avisamos a Draco que se ausentará el día de hoy, y cómo su atención estará puesta en mis encantos no tendremos problema —completó Astoria.

—Bajo los efectos de la Amortentia no se va fijar en ese detalle ni en ningún otro —dijo la rubia muy segura de sus palabras.

—¿Y ya sabes cómo vas a justificar la ausencia de Draco ante el ministerio? —preguntó Ginny ya con la bludger entre sus manos.

—Luicus mandará una carta de parte de Narcissa diciendo que se encuentra indispuesto, y que mañana podrá regresar —respondió la pelinegra.

Ginny les miró con ambas cejas alzadas, vaya que habían tenido bastante tiempo para recabar datos y tener semejante idea.

—¿Y cómo están seguras que funcionará? —volvió a preguntar Ginny con cierta duda.

Las hermanas Greengrass rieron antes de responder.

—La madre de Draco está de nuestro lado —Astoria se encogió de hombros desinhibida.

—¿Qué, pero cómo? tenía entendido que ella apoyaba completamente a su hijo —la sorpresa en su voz era palpable.

—Mi futuro suegro hizo algo de magia, pero eso ya no importa, el punto es que ella me dio toda esta información sin darse cuenta y tenemos que darnos prisa, no podemos desperdiciar tan valiosa ayuda —dijo la pelinegra tomando acción con la bludger la cual elevó de las manos de Ginny con su varita.

Sólo Es Amortentia || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora