23. Volviendo a la realidad

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Draco se encontraba recostado en la cama con una bata de hospital y a punto de recibir hechizos y pociones qué lograrían descifrar si había sido víctima de alguna maldición desconocida, ingerido una poción peligrosa o cualquier otra cosa qué les diera respuestas. Para fortuna de Pansy, Draco le dejó un libro de pociones poco comunes y sus efectos, así cómo otros datos qué podían ser de utilidad si la respuesta era positiva a una posible sobredosis de Amortentia.

A un costado, sentado en un sofá y sólo mirando, se encontraba Harry mordiéndose las uñas, los nervios qué sentía en ese momento eran indescriptibles y lo peor fue qué su amiga le pidió amablemente qué se mantuviera al margen, y qué si notaba alguna reacción en Draco a causa de los contra hechizos y/o pociones qué tuvieran qué darle no fuera a gritar ni alterarse por su bien propio y el de Draco.

Por otra parte Pansy le dio a beber a Draco filtro de paz para mantenerlo tranquilo, cosa qué había funcionado pues cuando bebió la anestesia el resultado fue mucho mejor, No sabían cuánto iban a tardar pero como bien le había dicho a Harry, la mejor opción era mantenerse al margen, por su parte Theo y Blaise habían partido al ministerio con el fin de despejar la habitación del rubio y desatar sospechas, además Ron y Hermione se habían demorado más de lo esperado y estuvieron de acuerdo en qué era buena idea decirles lo qué hasta el momento sabían.

Muchos minutos después, más del tiempo qué los presentes pudieron contar, el diagnóstico estaba hecho, Ryan anotó los resultados en una tabla con un pergamino y fue en búsqueda de un antídoto para contrarrestar los efectos. Pansy compartió un par de palabras con su colega antes de qué este saliera y fue cuando se atrevió a mirar a Harry con lágrimas en los ojos.

—¿Qué pasó? —La voz de Harry temblaba, esperando lo peor.

—Nuestras sospechas eran ciertas —Pansy no logró retener las lágrimas y lentamente fueron resbalando por sus mejillas—. A Draco le dieron Amortentia.

Harry abrió mucho los ojos, el llanto de Pansy pronto se incrementó y Harry no supo en qué momento fue qué comenzó a derramar lágrimas, hasta qué notó cómo la chica lo abrazaba.

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Una sola vez en su vida, aparte de esa, había pisado la casa, claro qué Narcissa iba en cada oportunidad qué tenía, pero él no se iba rebajar y recibir humillaciones de parte de Potter al restregarle en la cara cómo se divertía a sus costillas con sus millones y utilizaba a su hijo para el mismo fin.

Lucius caminó por el recibidor de la casa, iluminada por algunos rayos de sol, ese día la nieve había cesado por lo qué se podía salir libremente, sin tener qué cubrirse de la nieve qué caía. El mayor de los Malfoy daba pasos lentos y sin encender algún faro ni lámpara, de entrada pareciera qué nadie habitaba la casa, se notaba falta de vida, tal vez Draco no estaba ahí, pero no se iba a ir sin estar seguro. Recorrió la planta baja sin tener éxito en su búsqueda, hasta qué decidió subir al piso de arriba y fue dónde una de las habitaciones tenía la puerta abierta pero no escuchaba nada, así qué bajó el ritmo de sus pasos con la intención de tomar desprevenido a quien sea qué estuviera ahí.

Al echar un vistazo dentro de la habitación la notó vacía, sin embargo algo llamó la atención del hombre, y era qué las sábanas cubriendo la cama se encontraban revueltas, señal de qué alguien había pasado la noche y temía que haya sido su hijo junto a Potter, cosa qué si resultaba cierta, su perfecto plan se iría por la borda.

—Harry Potter —escupió su nombre—. Vas a lamentar toda tu vida haberte metido con el hijo de Lucius Malfoy

Dicho esto dio media vuelta rumbo a su mansión y con un plan en mente, lo sentía mucho por su esposa pero de otra manera su hijo no aparecería.

Sólo Es Amortentia || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora