11. Una explicación

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—¿Harry? —murmuró una voz a su costado—. ¡HARRY AL FIN!

Aquella persona desconocida para él, salió disparada de la habitación después de haberle escuchado llorar repentinamente.

Enseguida ya no estaba sólo, un hombre aparentemente joven se acercó hasta él para poder revisarlo.

—Tranquilo Harry estarás bien —Murmuró el medimago antes de lanzarle hechizos curativos y otros de revisión general.

—¿Qué me pasó? —preguntó el chico de ojos verde intenso pues no entendía ni recordaba mucho después de la desilusión que fue víctima.

—Ya lo sabrás, por ahora debes mantenerte lo más relajado posible, ¿Si? —el medimago continuó con su labor de revisar a Harry quién aparentemente se encontraba bien, al menos físicamente.

La parte interna la hablarían después, lo mejor era que su colega le explicara la situación.

Harry no dijo nada más y no por falta de ganas sino porque realmente estaba agotado, no era capaz de sentir una sola gota de aquella fuerza física con la que solía contar, más siendo un jugador de Quidditch.

El medimago lo dejó sólo de nuevo, llevándose consigo el informe del estado de salud de Harry, seguramente para estudiarlo más a fondo y dejarlo descansar.

El azabache sintió la boca seca pues había pasado mucho tiempo sin beber agua, en ese momento se lamentó por no haberle pedido al medimago algo de tomar, sin embargo, para fortuna del chico una mujer pelirroja entró a la habitación reconociéndola cómo Ginny, seguramente era la dueña de la voz que escuchó estando inconsciente aunque no recordaba nada de lo que había dicho, probablemente habían sido palabras de aliento.

—Me alegra que hayas despertado, el medimago dijo que te harán un par de estudios aunque al parecer estas perfectamente bien, físicamente hablando —murmuró la chica.

Harry no quería hablar del tema, así que se concentró en sus necesidades principales.

—Ginny, me estoy muriendo de sed, ¿podrías darme un vaso con agua? —preguntó con la voz rasposa debido a lo seca que se encontraba su garganta.

—Claro —Ginny se acercó a la mesita de noche dónde reposaba una jarra de cristal con un vaso del mismo material el cual llenó y antes de dárselo enderezó un poco la cama para que Harry pudiera beberlo con más facilidad.

El azabache recibió el agua cómo si fuera el único vaso en medio de un desierto caluroso, y a la pelirroja no le sorprendió la forma en que bebió el contenido.

—¿Quieres más? —preguntó.

—Por favor —su tono de voz había mejorado, ya era mucho más grave y alta.

El otro vaso lo bebió con más calma a pesar de seguir teniendo sed.

—Gracias —respondió en cuanto la última gota resbaló por su garganta.

Ginny sonrió cálidamente ante el agradecimiento, por un momento creyó que el chico por el que suspiraba, no tardaría en caer a sus encantos.

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—¿Qué ocurre? —preguntó Lucius con la mirada completamente clavada en ellos.

Si Pansy y Theo no hubieran estado tan preocupados por qué Lucius sospechara sus verdaderas intenciones con la visita, se habrían abierto un camino mucho más claro de que a Draco le habían hecho algo pues el mayor no esperaba que tan rápido se hayan dado cuenta de que su hijo no estaba en sus cinco sentidos, o peor aún, utilizar algún hechizo y descubrirlo, y si era así, tendría que tomar cartas en el asunto de inmediato.

Sólo Es Amortentia || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora