Sólo Es Amortentia || Drarry

18. Lagunas mentales

Lo primero que vio Theo al entrar a la mente de Draco fueron los últimos sucesos, que en su mayoría involucraban a Astoria, conversaciones con sus padres y siendo precisamente eso último llamó la atención de Nott.

—Draco, me alegra que al fin hayas sentado cabeza, pensé que nunca te ibas a casar —dijo Lucius con algo parecido a satisfacción.

—Yo también lo creí padre pero me di cuenta a tiempo que amo a Astoria, y ahora que seremos padres quiero dar lo mejor de mi —realmente ese no sonaba como su amigo.

Lucius palmeó la espalda del chico con aprobación y seguido de eso el hombre sacó su varita y el recuerdo terminó.

Sin embargo cuando quiso regresar un poco más no tuvo éxito, era cómo si Draco tuviera lagunas mentales, faltaban la mayoría de sus recuerdos, específicamente, los que Harry era el protagonista habían desaparecido por completo.

Theo salió de la mente de Draco con gesto preocupado, lo que temían estaba sucediendo y no saber cómo enfrentar a un hombre tan peligroso cómo Lucius Malfoy, era algo mucho peor, estaban jodidos.

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Draco había regresado a su hogar después de lo qué parecieron horas, la charla con sus amigos le llevó a deducir qué, más de una persona estaba involucrada en aquella enorme laguna mental. ¿Pero quienes? ¿Y con qué fin? Dudaba mucho qué fuera dinero pues él y su familia poseían una enorme fortuna la cual su padre junto a él administraban, así qué no veía nada inusual, o tal vez no lo recordaba.

Dichos pensamientos le llevaron al único lugar que mantendría su mente lo suficientemente relajada cómo para no estresarse con todas esas preguntas qué, por el momento, no tendrían respuesta. La única solución era practicarle una revisión en San Mungo de la mano de su mejor amiga Pansy a quién había quedado de ver la noche siguiente, sólo qué un poco más temprano qué la hora de la visita anterior pues su turno culminaba a las dos de la mañana.

Su despacho se encontraba en penumbras, pero no quiso encender la lampara qué colgaba en el techo, así qué abrió las cortinas color café oscuro para qué la luz de la luna iluminara el interior, dio un par de pasos más y se encontró en uno de los sofás de cuero negro qué adornaban el amplio lugar, específicamente situado junto a la ventana con vista al jardín y por ende desde ese punto se apreciaba el cielo cubierto de estrellas y la enorme Luna llena. Tomó asiento en dicho sofá, se quitó los zapatos para ponerse cómodo, reclinando un poco su nuevo lugar de descanso, subió sus pies. Dio un suspiró mirando hacía afuera sin poder evitar pensar en sus recuerdos perdidos, sin embargo confiaba en qué junto a sus amigos todo se resolvería más pronto de lo qué imaginaba.

Con ese último pensamiento se quedó dormido.

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"Draco" "Cariño despierta" . Escuchó qué le llamaban pero no lograba identificar la voz, le tomó un par de segundos volver a la realidad y al abrir los ojos notó una figura borrosa frente a él, poco después supo qué se trataba de Astoria.

—Buenos días dormilón —dijo la chica inclinándose para dejarle un beso en la coronilla—. Me preocupé al no verte junto a mi

—Lo siento, no podía dormir —respondió lo mejor qué pudo y ahogó un bostezó—. ¿Qué hora es?

—Las ocho de la mañana, ya casi es hora de tomar el desayuno

Draco se desperezó y volvió al sofá a su posición habitual antes de levantarse.

—Tomaré un baño antes de ir al comedor —dijo y le dio un beso en la frente sin pensarlo y retomó su camino a su habitación seguido de su prometida.