AUgust [Genshin Impact x lector/a]

[Día 28| Kamisato Ayaka]

Temática inicial: Unicorns

Temática comodín escogida: Soulmate

Categoría: fluff

Advertencias: ninguna en concreto

Las almas gemelas siempre te habían fascinado. No solo por el hecho de que cada persona tenía a una mitad perfecta destinada a ella, sino porque la manera de saberlo variaba dependiendo del tipo de pareja que se formaría en el futuro.

La manera más simple de conectar con tu alma gemela era el hilo rojo. Estaba atado en el meñique de ambas partes, y siempre conectaba el uno con el otro. Otra manera bastante tradicional de conocer a tu alma gemela era un posible tatuaje, ya fuese el mismo o uno que combinase con el de tu otra mitad.

Habías pasado la mayoría de tu vida investigando ese fenómeno. Querías saber todo acerca del amor en un mundo en que nadie podía quedarse solo. Te encantaba escribir tus descubrimientos, analizar cómo las almas gemelas podían ser afectadas por los conflictos e incluso habías investigado casos de personas que habían perdido a sus almas gemelas por algún u otro motivo.

Pero, a pesar de eso, la persona a la que más amabas investigar era a Kamisato Ayaka. Ella y tú compartíais algo de vital importancia: no teníais ni idea de qué era lo que os anclaba a vuestra alma gemela. Por ello, cuando le comentaste que tú estabas investigando las posibles causas de su ausencia de marcas o de hilo rojo, se ofreció voluntaria para tus experimentos.

Amabas pasar tiempo con ella. Su belleza era comparable con la de un copo de nieve, con una larga cabellera que siempre recogía para evitar entorpecer vuestras pruebas, y sus ojos, al anclarse en los tuyos, lograban que tus mejillas se calentaran rápidamente. Parecía una diosa, y no podías ser más feliz con su compañía. Te habías comprometido a encontrar su alma gemela, pero, a la vez, deseabas nunca hacerlo. De ese modo, podrías permanecer a su lado para siempre.

Sin embargo, un día algo cambió. Tus pruebas habían pasado por todo: habíais hablado de vuestros sueños para ver si había algo raro en ellos, habíais comprobado que no tuvieseis ningún tatuaje oculto por el cuerpo e incluso habíais intentado utilizar una posible telepatía para comunicaros con vuestra alma gemela. 

Todos los resultados fueron idénticos, fallando sin lugar a dudas, pero entonces, mientras escribías las notas en las que detallabas cada resultado posible, manchaste tu piel de tinta. Ayaka, que estaba a tu lado, mirándote con plena concentración, se sobresaltó y no tardó en tomar un pañuelo para tratar de limpiar tu mano.

—Ayaka, déjalo. Es solo un poco de tinta, no vale la pena limpiarla con un pañuelo tan bonito —negaste de inmediato, pero cuando ella acercó su suave mano en tu dirección, te diste cuenta de algo bastante interesante—. Además, ¿no deberías limpiarte tu primero?

—¿Limpiarme? Pero yo no he usado... Oh. 

La chica detuvo sus palabras de inmediato, mirando cómo en el costado de su mano había aparecido una mancha de tinta idéntica a la tuya.

Al momento, la miraste con una gran sonrisa en tu rostro, disponiéndote a comprobar tu hipótesis. Así pues, tomaste el bolígrafo que estabas utilizando hasta ahora e hiciste otra raya en tu piel, verificando cómo a la par esta surgía en la de Ayaka. No había duda alguna. Después de tanto tiempo de investigación, habías encontrado la manera en que tú te podías conectar con tu alma gemela, y, justamente, esta era Kamisato Ayaka, la mujer que tanto te encantaba.