AUgust [Genshin Impact x lector/a]

[Día 19| Gorou]

Temática: Spies & Assassins 

Categoría: fluff

Advertencias: ninguna en concreto

Sabías bien quién era Gorou, pero él no sabía quién eras tú. Trabajar como espía tiene sus ventajas, al fin y al cabo.

Seguirlo era divertido, pues tu trabajo se complicaba ante sus rasgos caninos. Cualquier error podría terminar con que él se percataría de tu presencia, y, en ese caso, no tendrías más remedio que atacar antes de que él acabara con tu vida.

Kokomi, o como se hacía llamar, La perla de la sabiduría, era inteligente, y sus tropas de asesinos habían estado seleccionadas con sumo cuidado. 

Todos los integrantes de La Resistencia le habían jurado fidelidad infinita a la bella mujer, lo cual era entendible. Ella era capaz de planificar hasta el más mínimo detalle de sus misiones, y, hasta ahora, no había perdido a ninguno de los asesinos bajo su cargo.

Sin embargo, a pesar de todo el secretismo que rondaba alrededor de aquella organización, ya se había convertido en un secreto a voces. Todas las víctimas, generalmente políticos corruptos y otros criminales que habían sobornado a la justicia, eran encontradas bajo el agua, una señal indiscutible de que La Resistencia estaba involucrada en su muerte. Al principio se creía que se trataba de un simple asesino serial con una clara devoción por las defunciones acuáticas, pero con el tiempo se logró descubrir que había más de uno. 

Aquel descubrimiento hizo que tuvieses que comenzar a investigar todo lo que pudieras sobre aquella sociedad de asesinos a sueldo, y te mandaron a espiar a quien parecía ser miembro de La Resistencia. 

El nombre del chico es Gorou. En un principio no pudiste intuir por qué sospechaban de él. Su personalidad no sobresalía demasiado de lo común, limitándose a ser un joven amable y caritativo al que le gustaba ayudar a todos sus vecinos, pero pronto lo viste saliendo de su casa a las tres de la madrugada, armado con un arco y un aura sombría destilándose sobre él.

En ese momento, supiste que las sospechas de tu organización estaban en lo correcto, y que Gorou era miembro de La Resistencia. Pudiste confirmar el hecho unos días después, al verle ingresar a un bar de los barrios más pobres para reunirse con una chica de cabello salmón y ojos sin vida, otorgándole unos papeles que no pudiste leer desde tu lugar en la barra.

Desde ese momento, la vigilancia de Gorou se convirtió en tu trabajo permanente, y no tenías más remedio que permanecer cerca de él en todo momento. No es como si te importase, y más bien, trataste de amistarte con él, fingiendo que te acababas de mudar en el vecindario y pronto empezaste a hablar con él, cara a cara.

Gorou no parecía haberse percatado de tu presencia siguiéndole, lo que era todo un logro, teniendo en cuenta todos sus rasgos caninos, pero por lo menos reafirmabas tu trabajo como espía. Tristemente, había surgido un problema: aunque él no sabía que tú lo seguías, sabías que Kokomi se había dado cuenta de que alguien estaba persiguiendo a uno de sus asesinos estrella.

De ese modo, tu amistad con Gorou y el seguimiento que le hacías se había convertido en una misión suicida. En el momento en que él supiese quién eras, no dudaría en matarte, por lo que tú deberías hacerlo primero. La cuestión era, ¿quién perdería antes aquel juego inconsciente de ratones y gatos?

Solo el tiempo lo diría, y, a pesar de lo poco profesional que pudieses sonar, esperabas que no se percatara. Solo así podrías continuar hablando con él, dándole regalos y disfrutando de las sonrisas que te dirigía cada vez que estaba feliz.