✦ ࣪ ִֶָ The Angel Eyes˚ ͙۪۪̥𓄼 𝆹 ۫ ۪ Taennie/ᵉᵈⁱᵗᵃⁿᵈᵒ ۫ 𝆹𝅥 ۪ 𝆹

Decisiones

S E G U N D A P A R T E

Salió del sanitario para regresar a la clase, paso a su asiento para escuchar al profesor que explicaba la clase de matemáticas, se concentró en resolver los ejercitarios en un intento de mantener su mente ocupada y no seguir pensando en aquello que desde anoche no lo dejaba tranquilo.

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Era mi hora de almuerzo, por ende cerré la sala para caminar hacia la salida, mi estómago roncaba ya que sentía hambre, no había desayunado pues me había despertado tarde y apenas me arregle para venir a las corridas a trabajar. El día era soleado, lo podía sentir por el sol chocando contra mi piel, pero a la vez no era caluroso ya que el viento se hacia sentir, era fresco, fuerte, pero también agradable.

De repente alguien me tomo la mano y escuche que me habló al oído.

-Adivina quien soy.

Rei leve, no me era difícil saber a quien le pertenecía aquella voz femenina, sonrei y respondi.

—Cadete Kim Jisoo.

-A las órdenes.

Respondió cual señor y reímos las dos.

-¿Vamos a almorzar?.

—Claro, de hecho iba a buscar comida.

-Conosco un puesto donde venden el tteokbokki más delicioso del barrio.

—Perfecto entonces vayamos ahí.

-¿Segura que no te causa conflicto riquilla?, es un puesto callejero.

Me dijo en tono burlón a lo que respondi.

—En primera no soy riquilla, mi padre es el que tiene fortuna, y en segunda, claro que no me causa problema, vámonos.

Dije caminando más rápido adelantandome a ella, lleve mi mano al barandal y baje los escalones, la pelinegra fue detrás de mi y al terminar de bajar la escalera esta habló.

-Oye no es para allá, gira y vamos hacia la izquierda.

Rei leve porque a veces me emocionaba tanto que olvidaba mi propia condición. Así mismo fui con ella enrolle mi brazo derecho con su brazo izquierdo y caminamos juntas hasta llegar a aquel puesto.

Aunque no podía verlo, el maravilloso olor de la comida me hacia saberlo, Jisoo se detuvo al igual que yo y sonrió saludando al dueño del puesto.

-Buenos días señor Zheng.

Sonrió cordial mientras el hombre de blancos cabellos y gafas redondas la miraba con una sonrisa alegre reconociendola de inmediato.

-Jovencita Jisoo hace tanto que no viene por aquí, muy buenos días.

El hombre se percató de mi presencia, era adorable a sus ojos, por en como sonreía de manera tímida sin decir nada, mi aspecto lo recordaba a alguien sumamente especial para el.

-Y veo que trae una amiga.

—Buenos dias, mi nombre es Jennie.