❥︎𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒; Carlisle Cullen. (en edición)

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CAPÍTULO DIECISÉIS.

𝗣𝗢𝗩. 𝗔𝗱𝗮𝗿𝗮

Aquella supuesta "leyenda" que había dicho aquel chico moreno me había dejado muy pensativa, sabía que había algo más detrás de aquello. Sabía que los Cullen eran bastantes extraño, pero no para ser vampiros. Mi padre no estaría conviviendo con ellos si eso fuera cierto.

Cuidadosamente me había estado fijando en cada detalle de los Cullen, eran extremadamente hermosos, principalmente Carlisle..., Carlisle, ese rubio que me tiene totalmente confundida.

Mi corazón se aceleraba como loco cuando lo veía, algo inhumano me ataría hacia él. Era algo que no podía controlar.

Pero tengo miedo por los sentimientos que estoy sintiendo por él, es mayor que yo. Y probablemente no se fijaría o tendría interés en una chica como yo.

Me besó, sí, pero quién dice que aquel beso significo algo para él. Quizás yo había sido la única que no podía sacarlo de mis pensamientos, no podía borrar la sensación de sus labios sobre los míos.

Intento evitarlo cada vez que él está cerca, siempre quiere acercarse, puedo notarlo en sus ojos, pero siempre huyó como una cobarde. Tenía miedo que se acercara para decirme que aquel beso había sido un error, porque yo no lo sentí así, lo sentí correcto, se sentía bien.

Recuerdo cómo Paul trato de besarme en la playa y me separé porque a mí mente llegaron los recuerdos del rubio, el como me beso, con deseo y a la vez ternura.

No hay que decir que el moreno de sorprendió, ya que yo nunca le había rechazado un beso, pero un leve dolor se instaló en mi pecho apenas sus labios tocaron los mío.

Dejando de lado mis pensamientos, estaba preparándome para otro día de clases. Hoy el sol estaba fuera, cosa que me sorprendió, ya que en este pueblo no sale el sol.

Creo que el clima hizo efecto en mi, porque me encontraba de buen humor.

Escuché unos toques en la puerta de mi habitación, imaginé que era Alice, pero cuando abrí la puerta me encontré con mi padre.

— Hija, buenos días. Quería avisarte que hoy asistirá sola a la escuela. Los chicos se le presentó un problema con unos familiares y no podrán asistir. — musitó con nerviosismo. — Si quieres puedes quedarte. — no me miraba a los ojos, pero no se me hacía rato. Eran pocas las personas que lo hacían

No sabía que le pasaba. Pero sabía que mentía, negué con la cabeza no quería perder más día de clase, mi tía Sophia no le gustaría si se enteraba.

— No Jhon, no puedo faltar más a clases. — murmuré.

— Está bien,  ¿no vas a desayunar? — cuestionó.

— No, tampoco llevaré nada. — respondí tratando de no sonar tan fría, estaba agradecida con su esposa por prepararme almuerzo para la escuela, pero me sentía algo incómoda con ello.

Él sonrió mientras se acerca cauteloso, cuando estuvo lo suficientemente cerca dejo un beso en mi frente. Sabía que él lo estaba intentando, pero todavía le faltaba mucho para que yo pueda perdonarlo.

— También tengo que decirte algo importante, pero será cuando regreses. — avisó, vi como en su mirada había un poco de miedo que trato de ocultarlo con una pequeña sonrisa. — Cuídate, cualquier cosa me llamas, ¿si? — yo solo asentí, mientras lo veía bajar la escaleras.

Cerré la puerta para entrar nuevamente a la habitación y terminar de alistarme e ir a la escuela. Después ponerme de mi loción tomé mi mochila y comencé a bajar las escaleras, la casa estaba en completo silencio.