022

10.5K 1.1K 95
                                    

CAPÍTULO VEINTIDÓS

ADARA.

Sentía como si estaba fuera de mi cuerpo, como si mi alma estuviera fuera de mi cuerpo, abrí mis ojos al sentir que estaba en lugar frío y silencioso.

Miré a mi alrededor, estaba todo oscuro y solitario, no se veía nada más que un par de ojos que jamás podría olvidar. Pero ¿como? ella está muerta ¿Yo también estaba muerta? ¿O estaba soñando?

—Hija mía. — dijo mi madre, su voz era tal y como la recordaba. —Mira que grande y hermosa estás, tal y como te imaginé. —murmuró con es sonrisa de ternura que la caracterizaba.

Yo no emitía ningún sonido solo la observé fijamente. Su apariencia era igual que como la recordaba, solo que se veía un poco más joven y llena de vida. No tenía esa sonrisa de dolor que vi la última vez.

Estaba en shock no podía contestar. ¿Era mi imaginación? Dudando un poco me acerqué a ella para tocarla, pero mi mano traspaso su cuerpo.

—¿Mamá? — susurré saliendo de mi trance. —Pero... tú estás muerta, ¿que haces aquí?

—Asi es cariño, lo estoy — dijo sentándose en la cama donde anteriormente estaba yo.

—¿Que hago aquí? ¿Estoy muerta? — pregunté mirando fijamente sus ojos, los cuales yo heredé de ella.

—No, cariño. Todavía no es tu momento. — dijo con una dulce sonrisa, acercó su mano a mi rostro, cerré mis ojos al sentir su suave tacto.

¿Porque ella si podía tocarme?

—¿Entonces porque estoy aquí?...te extraño mamá, ¿porque te fuiste? — cuestioné sintiendo un nudo en mi garganta.

—Cariño, yo también te extraño. Créeme que su hubiese sido por mi nunca me hubiese ido, es algo que no podemos controlar, bueno, algunos. Es hora de volver, tienes mucho que vivir y cosas por descubrir, tu tía Sophia te contará todo, solo te diré que cuides ese collar que tienes. — ella tocó el collar en mi cuello. — Eso te protegerá de todo el peligro. También quiero que perdones a tu padre y que le des una oportunidad a esa mujer con la que él está rehaciendo su vida, no digo que me reemplaces pero no la trates mal. — hice una mueca ante aquello. — Hay muchas cosas que tienes que descubrir, y estoy segura que lo harás muy pronto se que podrás con ellos, mi pequeña flamita. — el apodo hizo que mis ojos se llenen de lágrimas.

—Mamá, no te vallas por favor. — supliqué al verla caminar a una luz que alumbraba toda la habitación.

Intenté avanzar hacia ella, pero mi cuerpo no se movía. Las lágrimas bajaban por mis mejillas sin control alguno.

—Te amo cariño, yo siempre estaré contigo, por favor dale una oportunidad al amor, te aseguro que no te arrepentirás. Vendrán cosas difíciles, pero se que lo superarás. Te amo. — murmuró por última vez, antes de que aquella luz desapareciera al mismo tiempo que ella, fue como si esa luz la consumiera.

La oscuridad se hizo presente en aquella habitación y sentí mi cuerpo flotar.

Sentí el alma volver a mi cuerpo y solté un suspiro profundo, como si estuviera ahogándome, ¿que mierda había sido eso? Veía borroso a primera instancia pero me esforcé por ajustar mi mirada, dándome cuenta que estaba en una habitación de hospital, aquel lugar que tanto odiaba.

❥︎𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒; Carlisle Cullen. (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora