❥︎𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒; Carlisle Cullen. (en edición)

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CAPÍTULO VEINTISÉIS.

❝El gozo violento, tiene un fin violento.
Y muere en su éxtasis, como fuego y pólvora.
Que al unirse, estallan.❞

Era el cumpleaños de la Swan, Alice había preparado una pequeña fiesta para ella. Aunque la castaña no estaba muy contenta con la idea, algo que todos habían notado, pero que Alice había ignorado. Adara se había dado cuenta que la duendecillo le gustaba preparar fiestas.

Pero ese día la pelirroja se había despertado con un mal presentimiento. No sabía el porque. Trato de no pensar mucho en ello.

Adara pudo darse cuenta que la Swan no le gustaba cumplir años, Jasper influyó en las emociones de la chica para poder convencerla. Aunque la Swan se dió cuenta y le reprochó.

La joven se preguntaba, porque la Swan no le gusta cumplir años, además, era todavía muy joven para pensar en que estaba vieja. Apenas cumplía los dieciocho, por eso no comprendía su disgusto. Al final llegó a la conclusión que era porque Edward eran un vampiro y no envejece, pero ella sí.

Ahora, Adara estaba en el pasillo de la casa Cullen, estaba concentrada en una foto, donde salía Carlisle con otros hombres, los cuáles estaban vestido con ropas raras, sus ojos eran rojos. Sus expresiones le dieron algo de escalofríos.

Esa foto la daba mala vibra y no sabía porque. Carlisle salía de la habitación y vió a su compañera mirando el retrato donde salía él con los reyes Volturi.

Se acercó a ella, abrazándola por la cintura y acercándola a él. Adara sonrió aún mirando la foto.

—¿Quiénes son? — inquirió, mirándolo.

—Son los Volturi. — contestó, besando su mejilla suavemente. —Son como la realeza vampírica.

—¿Ustedes tienen leyes? — cuestionó, con curiosidad.

—Sí, aunque no son muchas, pero si muy importantes. — respondió algo tenso, apretando más sus caderas.

Adara se giro y lo miró asombrada.

— ¿Cuales son? — preguntó.

— Los humanos no deben saber de nosotros, ni podemos transformar niños. Seríamos castigados con la muerte. — Adara se giró, mirándolo sorprendida y asustada.

— O sea, ¿que si ellos saben que Isabella y yo sabemos nos mataran? — inquirió, algo asustada.

—Sí. pero no tienes de que preocuparte, pequeña, ellos no se enterarán. — murmuró, tratando de convencerse a sí mismo y de tranquilizarla a ella. — Pero tu eres una bruja. Mi brujita. — besó su cuello, haciéndola sonreír por la cosquilla.

Adara iba a preguntar más acerca de ellos y el porque él salía con ellos en ese retrato, pero Alice apareció en las escaleras.

—Tienes que prepararte, Bella está por llegar. — avisó, tomando sus manos. Haciendo que Carlisle suelte un suspiro innecesario. —Luego será toda tuya. — le guiño un ojo.

[°°°]

La pelirroja se había vestido, con una ropa casual. Un vestido floreado y unas zapatillas bajitas, su cabello estaba peinado en una coleta.

Bajó las escaleras, allí la esperaba el rubio, con una gran sonrisa en su rostro. Ella se acercó a él, quien la abrazó por las caderas posesivamente.

Así había sido desde que unieron sus cuerpos, podía notarlo más posesivo con ella, aprovechaba cualquier oportunidad, para abrazarla contra él.

—Te ves preciosa. — susurró Carlisle en oído. Ella le dió una sonrisa para después darle un beso casto.