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CAPÍTULO VEINTIUNO.

Ambas chicas estaban tomadas de la mano, con el corazón latiendo a mil. Estaba todo oscuro en aquella habitación. El ruido de la puerta las había asustado aún más

La habitación solo estaba iluminada por luz tenues que entraba por las ventanas, pero no era suficiente para iluminar el lugar, lo que hacía que todo fuera más horroroso. Adara pudo escuchar la voz de una mujer desde donde estaba, pero sabía algo iba mal.

—Es mi mamá. — murmuró la Swan con pánico. —¿Mamá? — llamo la castaña mientras comenzaba a caminar junto a Adara.

—Ahí estás. ¿Que haces ahí? — se escuchó la voz de una mujer, pero la pelirroja pudo identificar que se trataba de una trampa, ya que se escuchaba como si fuese una grabación.

—Falle en un paso y todos se rieron de mí, yo nunca fallo. — se escuchó la voz de una niña, la Swan abrió los ojos como plato al darse cuenta.

Era una trampa, aquello era cuando ella era pequeña.

Ambas apresuraron sus paso, la pelirroja abrió la puerta del armario. La pelirroja cerró los ojos al confirmarlo, era una trampa.

—Eres una bailarina maravillosa, está bien fallar algunas veces.

—Pero, todo me sale bien siempre.

Era un vídeo donde salía Bella de pequeña con su madre, la presencia de alguien detrás de ellas, hizo que voltearan rápidamente.

Bella apretó la mano de la pelirroja al ver sus ojos. Era el rubio, con una sonrisa que daba le escalofríos a ambas, se podía ver su reflejo en varios espejos que habían allí, haciendo todo parezca una película de terror.

El rubio comenzó a rodear a ambas con una sonrisa cínica en su rostro. Adara aunque se estaba muriendo de miedo alzó la cabeza, sin demostrarle miedo, eso era lo que él quería. Más no le daría el gusto.

James las miraba de hito a hito como si no supiera a quien elegir primero, pero miraba más a la pelirroja.

—Esa es mi parte favorita. — susurró con cinismo mientras sonreía como un desquiciado.

Él las miraba como si fuesen un trozo de carne.

Es nuestro final. Pensó la pelirroja.

Ella apretó la mano de la Swan, al sentir como está comezón a sudar.

—Eras muy perfeccionista de pequeña, ¿no? — Bella quería llorar, por lo estúpida que fue, pero no era el momento.

Si le hubiese hecho caso a la pelirroja cuando le dijo que a lo mejor era una trampa, esto no estaría pasando.

Ella no quería que le pasará algo a la otra chica, por su estupidez. Porque sabía que si algo le pasaba a ella, estaría muerta y no por James.

El rubio se acercó más a la pelirroja y tomo un mechón de su cabello, para llevárselo a su nariz, suspirando profundamente.

Su corazón comenzó a ir más rápido, lo cual hizo sonreír al rubio con satisfacción. Después se giro hacia Bella y la tomó por el mentón fuertemente.

—Siquiera esta aquí. — James sonrió aún más, Adara quería borrarle aquella estúpida sonrisa del rostro.

James acarició la mejilla de Bella. Adara y ella aún tenían sus manos unidas, Bella no sabía porque. Pero se sentía segura con la pelirroja.

—No. — confesó con una sonrisa antes de someterla contra la pared mientras la olía, ante aquel arrebato sus manos fueron separadas. — Lo siento. Pero todo esto resultó tan fácil. — Bella se veía aterrada.

❥︎𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒; Carlisle Cullen. (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora