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CAPÍTULO CINCO

Desde que llegó a la casa Cullen se encerró en su habitación. Pero no podía sacra de su mente el nuevo color de ojos del rubio. Quizás se había confundido y lo había visto de otro color.

La joven envolvió una toalla en su cuerpo tenía que tomar una ducha para quitarse la sal y la arena del cuerpo.

Estaba molesta, sabía que estaba en una casa que no era de ella, pero no le gustaba darle explicaciones a nadie.

Justo cuando se disponía a entrar al baño escuchó su teléfono sonar, lo cogió viendo qué era su tía quien llamaba. Desde que llegó no la había llamado.

— Hola. — susurro antes de que la rubia del otro lado hablara.

Sabía que está estaría molesta al no recibir ninguna llamada de ella y también porque rechazaba sus llamadas. Pero estaba enojada con ella por no haberle dicho que su padre estaba casado.

No quería decir algo malo u después arrepentirse. Ella era de las que decían cosas que no quería cuando estaba enojada.

Hola, eso es lo que me dirás. ¿Porque no me habías llamado? ¿Ya viste todas las llamadas perdidas que tienes mía? la pelirroja se pudo darse cuenta que su tía estaba bastante molesta.

Se sintió un poco mal.

Sabes lo preocupada que estaba cariño, no me hagas eso otra vez. — se arrepintió al instante al escuchar su voz afligida.

— Lo siento mucho tía, de verdad, perdóname.... Es que todo me tiene muy estresada, se que no es excusa. — murmuró mientras se recostaba en la cama pasando su mano por su cabello.

No quería decirle que estaba molesta por no decirle la verdad. Quería ver si ella sacaba el tema primero.

Está bien cielo, pero no lo vuelvas hacer. ¿Cómo lo estás llevando? la rubia preguntó mientras peinaba su cabello frente al espejo, extrañaba mucho a su pequeña pelirroja, pero no podía tenerla más con ella.

Allí en Forks estaría fuera de peligro.

Adara suspiró mientras se acomodaba en la cama.

—Un poquito mejor después de encontrarme con Paul, sabes que como es él. — dijo la pelirroja divertida.

Sophia suspiró soltando una pequeña risa, su sobrina nunca cambiaria.

La pelirroja la acompaño, pero luego se puso sería al ver que su tía no le diría nada.

  —¿Sabías que él estaba casado? ¿Porque no me dijiste? — inquirió algo molesta al no escucharla decirle nada aún.

Sophia suspiró del otro lado de la línea, ella tampoco lo sabía. Jhon se lo dijo un día antes de que la pelirroja se fuera, sabiendo como era su sobrina, no le dijo nada para que no cancelará el viaje. No podía permitir que ella lo hiciera.

Lo sabía cariño, pero no quería que cancelarlas el viajes, porque te conozco muy bien. — dijo la rubia.

No le gustaba mentirle a su sobrina, pero no quería asustarla. Quizás cuando cumpla los 18 le diga la verdad. Eso fue lo que le dijo su hermana antes de morir. Hasta ahora había cumplido la promesa que le había echo a su hermana.

Quería que su sobrina viva como una persona normal. Aún era muy joven para saber su naturaleza.

No te enojes conmigo, estás lejos y no puedo darte un abrazo.dijo con voz triste.

❥︎𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒; Carlisle Cullen. (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora