Capítulo #49 Culpa

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POV MARIA JOSÉ

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POV MARIA JOSÉ

Sentí cómo la claridad que entraba por las persianas de la ventana golpeaba en mi cara, haciendo que me removiera entre las sábanas, pues la luz que daba molestaba en mis ojos.

No quería abrir los ojos, quería que todo lo que había pasado anoche fuera sólo un sueño, un simple sueño del que quiero despertar pero sé que la realidad es otra.

Y es momento de que enfrente el presente, mi presente, ahora más que nunca sé que no he estado haciendo las cosas correctamente.

Ocultar el hecho que sabía de la enfermedad de mi madre.

Querer culpar a toda mi familia, cuando yo soy la más culpable en todo.

La forma en cómo he estado tratando a Daniela.

Seguir ocultándole a Calle lo qué pasó con su madre.

No decirle la verdad acerca de mi relación con Laura.

Abrí los ojos, mi mirada estaba fija sobre el techo, me sentía un poco confundida, era increíble qué aún permanezca en casa de Daniela.

Lleve mis manos a mi rostro y comencé a arrepentirme por aceptar a quedarme en esta casa.

Daniela había insistido bastante después de nuestra platica que lo mejor era qué esperara unas horas más hasta que amaneciera para que me marchará. Y a decir verdad ni si quiera estaba consiente de lo que estaba pasando ya, después de oírla decir qué lo que sentía por mí había terminado, en ese momento sentí cómo si mi alma abandonará de mi cuerpo.

Se que pase la noche llorando, pues aún siento el ardor e inchazon en mis ojos, ni si quiera me di cuenta el momento en que el sueño logró vencerme.

Vamos María José es momento de levantarse. Me animé.

Pensé por un instante... ¿María José? No, esta mañana no me sentía cómo ella, tampoco me sentía cómo la adolescente Poché, sólo me sentía cómo una persona más en este mundo que estaba librando una batalla por sobrevivir al final del día.

Me levanté de la cama, no sé qué hora sea, anoche Daniela me había hecho entrega de una pijama suya para que pudiera descansar más cómoda, se lo agradecí pero no siento que haya descansado nada, al contrario sentía cómo si 100 camiones hubieran pasado sobre mi.

Abrí despacio la puerta del cuarto de visitas, preferí quedarme aquí y no en el cuarto principal, no tenía quedarme ahí e incomodar a Daniela con mi sola presencia, ya qué eso siento en estos momentos que hago, incomodarla por seguir aquí.

¿Será que ya se despertó? Me preguntaba.

Salí del cuarto a pasos lentos y sin hacer mucho ruido, camine por el pasillo para ir a la sala cuando unas melodías me sorprendieron.

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