Huida (9)

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Pero Gregory no se rindió, derrapó clavando los dedos con vigas en el suelo, levantando una nube de polvo en el proceso y se precipitó, moviendo y arrancando dos o tres árboles por la onda expansiva, sus ojos azules se iluminaron amenazantes y los ataques de ambos demonios conmocionaron al rubio oro, quien, incapaz de presenciar la pelea, vio a Christophe arrojado boca abajo, rodeado de un charco de sangre muy grande y preocupante.

Logró despistar al cuervo y se acercó corriendo a él.

- Christophe...- este apretaba las manos, contenía los gritos de dolor y hacía los menores movimientos posibles.

- ¡Lárgate!- le gritó.- Aprovecha ahora que Gregory está usando la técnica de sangre de demonio.

- ¿Te crees que me voy a ir dejándote así? Voy a po. . .

- ¡No seas estúpido, es la primera pata!- exclamó.- ¡Sus uñas tienen veneno!- Kenneth se estremeció de pies a cabeza y lo miró con los ojos salidos de sus órbitas.- No importa lo que hagas, ya estoy muerto...- giró los ojos hacia Karen, quien tenía al cuervo entre sus manos.- Lárgate con el cuervo... Os guiará... al refugio con Leopold Stotch...- tosió sangre.- Él dirá el resto...

- Christ...

- L-Llévate la katana...- interrumpió incluso antes de que acabara de llamarlo.- Y vete... G-Gregory no os ganará mucho más tiempo... D-Damien os atrapará...

Kenneth apretó los dientes y tomó la katana enfundada en cuero teñido en negro del castaño oscuro, tomó la mochila de madera en la que su hermana se escondería cuando estuviera por amanecer dado a la extensión del camino que les haría llegar al amanecer o tal vez más tarde y se la puso de mochila, juntó las palmas de las manos rápidamente y le hizo una reverencia rápida, no solo como agradecimiento por dejarlo pasar tanto tiempo allí, sino también por entrenarlo, ayudarlo y por todo lo que pasaron.

También como despedida.

Tomó la mano de su hermana una vez este empezó a volar y los dos hermanos huyeron corriendo de allí, persiguiendo al cuervo que los guiaba entre las ramas y los troncos, por el seguro camino del bosque. Retenía las lágrimas tanto como podía, mirando la katana del castaño oscuro de reojo, atrapada en su mano libre, y habiendo abandonado por completo la katana de entrenamiento, apretando los dientes tanto como podía, y su hermana lo miraba con los ojos abiertos por la sorpresa y llenos de lamento. Salieron del bosque en bastante poco tiempo y recorrieron el sendero, rápidamente Kenneth reconoció el camino que recorrió junto a su hermano mayor.

El ave los guiaba desde las alturas y ellos dos corrían sin descanso, temerosos de que ese demonio, la primera pata de la araña de los demonios acabara con Gregory y los siguiera a ellos hasta darles muerte.

Volvían a estar bajo un terreno de armas, un terreno en el que podía usar la katana sin restricciones, pero no podía usarla porque aún no era un cazador de pleno derecho como su hermano lo era. Por mucho que usara la katana, además, tampoco podría hacer otra cosa que resultar herido y, consecuentemente, morir. Las garras del demonio tenían veneno... Un veneno que aparentemente solo afectaba a los humanos, pues Gregory no parecía verse afectado cuando lo arañó o cuando lo golpeó múltiples veces, aunque aquello no provocase heridas de garras. Por lo tanto Karen sí podría pelear contra él, pero jamás permitiría que esa locura sucediera, por mucho que su hermana fuera más fuerte que él y pudiera ganarle tiempo para huir, no podía evitar no protegerla. No soltaría su mano ni aunque le cortasen los brazos.

El agotamiento marcaba su cuerpo, Karen apretaba su mano al notarlo dar pasos erráticos y ella alcanzó su nivel, siendo ella la que tiraba de él en ese momento para seguir corriendo.

- Queda poco, Kenny.- lo animó, pero ella se estremeció repentinamente y giró la vista hacia atrás.- Oh, no...

Eso no le dio ninguna buena espina. Pero por nada del mundo giró la vista hacia atrás, siguió corriendo, ambos tiraban de sus manos mutuamente para no perder el ritmo de la carrera. Pero cuando incluso Kenny fue capaz de sentir la presencia del demonio a su espalda, buscando seguramente eliminar los testigos que vieron su matanza, fue cuando ambos reaccionaron. El rubio oro lo encaró, pero seguía retrocediendo con pasos lentos y dubitativos, con la espada del castaño oscuro en sus temblorosas manos y Karen frunciendo el ceño con sus ojos morados iluminándose progresivamente en un rosado intenso, todo eso antes de lanzarse los metros necesarios para atacar al demonio.

- ¡Kenny, corre!- gritó ella.

Pero ni loco Kenny haría eso. Prefería morir dignamente antes que permitir que su hermana peleara contra el demonio. Pero sin conocimiento de técnicas de corte o respiraciones, cosa que Christophe no le enseñó porque eso lo harían Leopold y sus discípulos, según dijo, jamás podría estar al nivel necesario para pelear. No podía dejar a su hermana menor peleando y él huir como un cobarde.

- ¡Karen!- exclamó aplacando al demonio con la espada.

...

Una fuerte y movida corriente de agua irrumpió su camino, junto con una sinuosa corriente eléctrica atravesó su cuerpo y una enorme cruz de rayo y agua estalló ante sus ojos en un espectáculo de luz y color que regó los campos como si fuera una tormenta perfecta y que había iluminado el cielo como si fuera de día, pero no lo era. Quedó perplejo, su hermana retrocedió hasta su lado, sorprendida, tanto como él. Abriendo los ojos en shock al enfocar a dos espadachines. Y cuando el agua dejó de caer y la tormenta creada por el movimiento del rayo provocado por su espada, un viento frío recorrió su espalda y lo dejó inmovilizado.

El demonio desapareció, pero solo quedaban los dos espadachines. Tweek y Craig, si no recordaba mal sus nombres...

Tragó saliva lentamente. Los miraba con miedo, sus manos y su cuerpo temblaba, su mandíbula se apretaba para contener sus dientes tiritar y golpearse entre ellos con impactos que parecían amenazar con romperse, se mordió el labio cuando los tuvo delante. Los ojos de ambos varones se quedaron clavados en la katana.

- ¿Por qué diablos tienes la katana de Ze M. . .?

- ¿Ha muerto...?

Kenneth fue incapaz de asentir con la voz, por lo que lo acabó haciendo con la cabeza, un movimiento tenue, apenas perceptible, tembloroso, y sus ojos llenos de lágrimas por el miedo que sentía y por las emociones disparadas no dejaba que los dos chicos mayores que él por edad y experiencia en combate pudieran imaginarse gran cosa más.

- Larguémonos de aquí.- dijo Craig con un tono neutro en su voz, arrebatándole la katana y guardándola en la funda, la cual tomó del suelo, Kenny la había dejado caer para enfrentarse al demonio por la adrenalina de su cuerpo.

- No sé qué estabas pensando...- dijo Tweek en bajo guardando su enorme espada en la casaca, rozando el suelo.- Un espadachín nunca usa la espada de otra persona.

- No le reproches eso, Tweek. Ha sido entrenado por un mercenario ermitaño, tampoco puedes esperar otra cosa.- los ojos verdes del moreno se enfocaron en él.- ¿Qué ha pasado?- le tendió una mano para ayudarlo a levantarse del suelo.

- U-Una pata delantera n-nos atacó...- los dos se estremecieron.- L-La primera pata...

- Démonos prisa...- dijeron los dos al mismo tiempo acelerando el paso.

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Craig y Tweek atacando juntos con el poder del amor homosexual, el agua y el rayo contra un demonio que podría degollarlos con una mirada?

C O M P R O

<3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3

Sin la parte final, claro XD; solo la parte bonita

uwu

Aquí las opiniones --------------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1308 palabras]

186.- Purple eyes (Crossover SP x KNY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora