𝑌𝑂𝑈 𝐵𝑅𝑂𝐾𝐸 𝑀𝐸 𝐹𝐼𝑅𝑆𝑇 - All that we could be
Samara Smith es una chica famosa, muy reconocida por su forma de actuar. Ella va a Atlanta pensando que será solo unos meses. Jamás pensó que un chico llamado Jaden Walton haría que su mundo s...
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JADEN WALTON
Hoy cuando fui por Sam a la escuela, la vi con un chico.
No entendia el porque me puse así, estuve serio en todo el camino, me sentí mal cuando entré a casa sin decirle ninguna palabra.
Pero estaba intentando saber que era lo que me pasaba, nunca me había puesto así.
Siempre la molestaba cuando la veía con un chico hablando, ahora me molesto a mi ver que hablaba con un chico.
Ese chico solo la miraba mucho y le sonreía, mientras ella hacía lo mismo.
Fue entonces cuando lo descubrí, se lo que siento por ella.
Desde que eramos niños Sam me llamó la atención, pero decía que solo era porque era linda.
Desde la primera vez que la vi, desde esa vez sentía cosas por ella.
Y hasta ahora lo se, se que me gusta, se que quiero estar con ella.
Ahora estamos yendo a la feria, lo único que hago es ignorar a todos y estar callado todo el tiempo.
Siempre me había gustado Sam, cuando chicas me hablan y querían algo conmigo, solo las rechazaba y ahora se porque, era porque esas chicas no eran Sam.
Ahora entiendo el porqué sentía poquitos celos cuando la veía con chicos y coqueteaba con ellos.
Yo solo decía que eran celos, porque somos amigos y me molestaba que me cambiará por un amigo más.
Era una gran mentira, eran celos, porque yo no era al que me coqueteaba, sino a otros.
Ya estamos adentro de la feria, yo estoy en mi mundo, ni siquiera me enteré cuando los demás chicos se fueron.
Solo estamos Sam y yo, solos, mis nervios empiezan a salir y ahora no se que hacer.
— ¿A cual vamos primero? — me pregunta, se que intenta cerrar el silencio incómodo en el que estamos.
— No se, al que tú quieras — oh no, le conteste muy mal.
Veo como solo hace una cara extraña, oh no, no quiero hacerla sentir mal.
Siento algo por ella y no quiera arruinarlo.
— Vamos a nuestro juego favorito — sonrió, necesito que me sonría y se vaya este horrible silencio entre nosotros.
Ella me mira como si estuviera bien y la entiendo estuve callado en todo el camino, mi cambio de humor para ella se la hace extraño.
— Si, el que llegue al último paga los helados — me sonríe y empieza a correr.
Siempre hemos echo eso, cada año que venimos a la feria.
Voy prosiguiendola, mientras los dos vamos riéndonos.
